Las imágenes muestran en un caso a un policía porteño pegándole a una persona a la que estaban controlando por el aislamiento. Cuando el joven huye, lo persiguen y lo siguen golpeando con las tonfas. Incluso, rompen el vidrio de un local. En el segundo video, la Policía de la Ciudad está haciendo levantar sus cosas a dos personas en situación de calle cuando uno de los agentes empuja a una de ellas contra una reja de un negocio. En base a estos dos casos el ex legislador José Cruz Campagnoli y Flavio Turné Camacho, integrante del Foro contra la Violencia Institucional, presentaron una denuncia penal, que recayó en el juzgado 47, que depende de Mónica Berdioni. Los dirigentes de la agrupación Puebla pidieron que se investiguen los presuntos delitos de vejaciones y apremios ilegales. En el Ministerio de Seguridad porteño, informaron que ya iniciaron sumarios a los policías involucrados.
El primero de los hechos que denuncian parte de un video que empezó a circular el 5 de abril. Se trata de un procedimiento policial en Esmeralda al 500, en San Nicolás. Se suponía que lo que se buscaba era garantizar el cumplimiento de la cuarentena. "En ese contexto dos miembros de la Policía de la Ciudad, una mujer y un hombre, se acercan a dos indigentes que se encontraban durmiendo en la calle y uno de ellos, el hombre, golpea y empuja sin mediar palabra alguna a uno de los jóvenes. Luego, mientras lo insultaba, empieza a patear sus cosas con el objetivo de humillarlo y denigrarlo. Esto en pleno centro de la Ciudad de Buenos Aires y a la vista de una vecina que valientemente lo filmó", relatan en la denuncia.
En términos cronológicos, el primer hecho que denuncian es descripto a partir de un video que "empieza a circular el día 24 de marzo en horas de la noche, por lo
que se presume que pudo haber ocurrido esa misma tarde. En la esquina de la Avenida
Córdoba y la calle Montevideo se observa cómo dos
policías de la Ciudad detienen y reducen a dos jóvenes que,
supuestamente, estaban infringiendo el decreto de confinamiento social
obligatorio. En el marco de este procedimiento se observa cómo uno de los
policías le propina un rodillazo a uno de los jóvenes que se encontraba
completamente reducido, lo que representa un trato denigratorio y humillante
practicado con el exclusivo propósito de mortificar al destinatario", remarcan.
En la denuncia apuntan hechos en común de las dos situaciones: son parte del mismo operativo, son de la misma jurisdicción comunal, dado que ambos ocurrieron en el barrio de San Nicolás, y los agentes pertenecen a la jurisdicción de la Comisaría Comunal 1. Pidieron al Poder Judicial que individualice a los agentes y que inquiera al Ministerio de Seguridad porteño si inició algún sumario por estos actos. Desde ese ministerio informaron a PáginaI12 que "se iniciaron sumarios administrativos en el ámbito de la oficina de transparencia y control externo".
"Vemos con preocupación cómo los abusos policiales avanzan en la Ciudad de Buenos Aires durante la cuarentena, y el gobierno de Rodríguez Larreta no toma medidas sancionatorias. Esto garantiza impunidad y lamentablemente, alienta estas prácticas policiales. Hay que frenar urgente estos comportamientos. Larreta es responsable", advirtió Campagnoli, en diálogo con este diario.
En la denuncia penal, concluyeron en que esas "prácticas son, lamentablemente, una pequeña muestra de la violencia institucional propinada de manera sistemática por la Policía de la Ciudad y cuyas víctimas parecen ser siempre las mismas: los jóvenes y los sectores más humildes".
A la denuncia de Campagnoli se suman los informes que viene publicando la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), que plantean que "es enorme la
cantidad de hechos represivos que se han documentado, protagonizados por
fuerzas de seguridad federales, provinciales y de la Ciudad".
En el caso concreto de la Policía de la Ciudad --los informes recaban casos de todo el país--, indicaron el 2 de abril que "un trabajador de prensa,
mientras cubría la actividad en la avenida Cabildo, sacó una foto, a distancia,
de policías que, en la puerta de la conocida pizzería La Farola, hostigaban a
unos repartidores de plataformas de delivery. Inmediatamente cuatro de esos
policías de la Ciudad lo rodearon y amenazaron con detenerlo, acusado por una
contravención, si no borraba las fotos de su dispositivo. Obviamente el
trabajador así lo hizo, para preservarse, e inmediatamente nos informó lo
sucedido".
En la misma línea, también detallaron el 28 de marzo, que "en Loyola entre Thames y Serrano, un patrullero (patente ABS17VQ) interceptó y detuvo a un joven repartidor de Rappi, a pesar que el chico les exhibió el permiso para hacer entregas de alimentos y su DNI".