Mientras un joven trabajador del frigorífico Penta sigue internado en grave estado, a juzgar por las declaraciones oficiales sigue siendo un enigma quién ordenó la represión de ayer en las puertas de la planta de Bernal oeste, cuando algunos de los despedidos se habían acercado a intentar cobrar sus salarios y la policía los atacó con palos y balas de goma que hirieron a veinte de ellos. El día después de que las imágenes del violento procedimiento recorrieran medios y redes sociales y cosecharon repudios de un amplio arco político y social. El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, aseveró que la policía "actuó mal" porque "la orden era no reprimir" a los trabajadores que protestaban en el lugar por los 450 despidos y los sueldos adeudados desde marzo. La auditoría general de Asuntos Internos, que depende del Ministerio de Seguridad, investigará a todos los uniformados y quedó desafectado el jefe del operativo.
El jueves a la tarde, cuando Berni llegó al lugar y le preguntaron sobre las órdenes de reprimir, el funcionario dijo que había habido “una desinteligencia” entre el mando de la fuerza y los responsables del operativo. Por su parte, el dirigente social Juan Grabois acusó al dueño del frigorífico de haber "pagado" a la policía, lo cual explicaría el silencio oficial sobre el responsable de las órdenes de disparar a los trabajadores y las trabajadoras que estaban en el portón, junto con una delegación de la CTA de Quilmes. Fue precisamente el empresario Ricardo Bruzzese, que dice ser gerente de Penta, quien radicó una denuncia en la fiscalía 5 que habría dado inicio al operativo, según dijo al diario Perfil. Para la patronal, los trabajadores impidieron la salida de sus compañeros en el portón principal.
Berni y la "técnica" represiva
"La función de la policía cuando hay un delito es reprimir, quiero que quede claro que el problema no es la represión", y aclaró que "la policía no actuó mal, fue el jefe del operativo", dijo hoy Sergio Berni en radio Futurock. En su análisis, los que cometieron un delito fueron los trabajadores por "usurpación de la propiedad privada", y la policía actuó torpemente, porque, insistió en que "el problema no es la represión sino la técnica, la falta de profesionalismo".
Si bien "la función de la policía cuando hay un delito es reprimir", eso se tiene que dar con "una técnica, no somos indios salvajes que andamos con la boleadora", graficó Berni. El ministro detalló que "la policía tenía una orden judicial y tenía que hacerla cumplir, pero tenía que hacerlo bien", y consideró que "lo de ayer fue una represión para hacer cesar un delito -ingresar a una propiedad privada que estaba judicializada- pero ello no puede hacerse de cualquier manera". No hizo mención alguna sobre qué juzgado interviene en el caso.
"La orden era bien clara: no reprimir, pero no se cumplió. La decisión del gobernador (Axel Kicillof) es que, en casos como el de ayer, donde estaba la gente protestando en la puerta tranquila, no tiene por qué estar la policía reprimiendo", prosiguió el ministro. Pero entendió que "hubo falla en la metodología que se utilizó".
Tras la represión, la Federación de Sindicatos de Trabajadores de la Carne (Fesitcara), anuncio un paro nacional para el lunes 13 de abril. El secretario general de la entidad, Gabriel Vallejos, fue herido por las balas de goma de los efectivos.
Mediación infructuosa
La Municipalidad de Quilmes difundió un comunicado minutos después de los incidentes en el que repudió la violencia desatada en la puerta del frigorífico. “De ninguna manera el Municipio de Quilmes avala la represión sufrida por los trabajadores y repudia la violencia como mecanismo de solución a este conflicto”, advirtieron. Según explicaron desde la comuna, el miércoles se había realizado una reunión en el Palacio Municipal con representantes del gobierno local, del Ministerio de Trabajo bonaerense y delegados y directivos del sindicato.
El encuentro fue encabezado por la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, y participó el director provincial de Delegaciones Regionales del Ministerio de Trabajo, Miguel Funes, que le transmitió a la jefa comunal la situación que atraviesan los trabajadores del frigorífico, “ya que el titular de la empresa, Ricardo Bruzzese, hace dos semanas que no permite el ingreso del personal su lugar de trabajo, no abonó los sueldos ni acató la conciliación obligatoria”. Nada evitó los balazos y la represión del viernes.
Lock out y extorsión
El delegado Juan Córdoba, secretario adjunto del Sindicato de Frigoríficos de la Carne, dijo que “todo comenzó porque Bruzzese no quiso reconocer a los tres delegados que fuimos elegidos en diciembre. Extorsionó a los trabajadores que si los delegados no renunciaban cerraba el frigorífico y el 17 de marzo lo cerró. Denunciamos un bloqueo patronal. No pagó la quincena y no deja entrar a los trabajadores, cerró las puertas y puso gente paga para detener que entremos”.
Según este trabajador, Bruzzese derivó el trabajo a sus otros frigoríficos y cerró Penta. “La gente fue a cobrar la garantía horaria que son 70 horas y tampoco la pagó. Ni los salarios por los chicos se pueden cobrar porque no hace la declaración jurada. No paga ni los aportes previsionales, ni nos paga la obra social. Si algo nos pasa no la podemos usar. Cuando hay una queja, recién paga. Lo denunciamos al Ministerio de Trabajo, que dictó la conciliación obligatoria, pero no la cumplió”, remarcó Córdoba.
“Yo no soy dueño, solo lo gerencio. El problema es que los delegados que ganaron son los que ya tomaron la planta hace cinco años, usan el mismo modus operandi, me pidieron 30.000 pesos mensuales para trabajar tranquilo y les dije que no. Luego fueron a pedirle plata al matarife para terminar la faena, hay denuncias en la comisaría y en la fiscalía. Sabiendo esto, nosotros que todos los viernes que no se pagan la quincena les adelantábamos plata, a 7 trabajadores no les dimos por pedir coimas. Ahí comenzó el conflicto", dijo Bruzzese en declaraciones periodísticas.
Carne para todos
Las acusaciones de los obreros cesanteados apuntan al empresario Bruzzese, cercano al kirchnerismo en su momento al lanzar el plan de "Carne para todos". Este jueves el que se sumó a los dardos contra el dueño de Penta fue otro referente del kirchnerismo, Juan Grabois, que tuiteó: "brutal represión en Quilmes, nunca esperé ver algo semejante". Y no terminaron ahí las críticas de Grabois al seno interno del gobierno provincial, ya que agregó "espero que @Kicillofok pare esta bestialidad". En su cuenta de Twitter, Grabois disparó: "Hay un mafioso llamado Bruzzese que gerencia frigoríficos. Le gusta patotear laburantes desde hace tiempo y amenazar a quien lo enfrenta. Maneja el mercado. Paga a la policía para pegar. Tiene demasiados amigotes en la política".
Por su parte, el abogado de Penta, Sergio Luca, dio su propia versión de los hechos: "El personal entra a las 9 am, 70 personas en otras áreas. 10 am cortan la puerta principal, pero las otras dos entradas nunca las tocaron, excepto hoy (por el día de la represión). La tarea de esas 70 personas terminaba al mediodía, pero no los dejaban salir. Fui a la Fiscalía 5 a generar la denuncia. Se estaba deteniendo indevidamente personas. Ordenó a la bonaerense el desalojo de las puertas".
Luca aclaró que los accionistas del frigorífico "no son peronistas para nada", y sobre el conflicto dijo: "No hay ningún despido, hay tres cartas documentos mandadas a los delegados, porque es así cuando iniciás un juicio para sacarle la tutela sindical. Eso fue mandado ayer, eso detonó esta actitud. Pero hay 0 despidos. De los 250 trabajadores, siguen todos".