Fueron mujeres que traicionaron todos los mandatos: revolucionarias, militantes de distintas organizaciones, algunas armadas, que planteaban tomar el poder político, eran mujeres y eso también las hacía fugitivas del mandato patriarcal de la domesticidad y la sumisión. Lo pagaron doblemente: muchas fueron detenidas durante el terrorismo de Estado, y también muchas continúan desaparecidas. Las que sobrevivieron, y las que no, sufrieron el estigma de ser "putas y guerrilleras", sus cuerpos a expensas de quienes manejaban los centros clandestinos de detención.
La violencia sexual fue una constante en todos y cada uno de esos lugares que los genocidas llamaron "chupaderos". Nada del orden de la voluntad, o el deseo, esas mujeres eran botines de guerra. De esas experiencias silenciadas, o apenas expresadas pero imposibles de oír durante décadas, trata el libro de las periodistas Miriam Lewin y Olga Wornat cuyo nombre remeda los insultos recibidos en las salas de tortura.
"Putas y guerrilleras" tuvo una primera edición en 2014, meses antes de Ni Una Menos, ahora, tiene su "edición definitiva", con prólogo de Rita Segato y en la tapa, una foto de Las Tesis, las chilenas que idearon ese himno feminista mundial: "El estado opresor es un macho golpeador".
Las historias de las militantes que tras sufrir la represión fueron víctimas del estigma y la sospecha, son contadas con empatía por las autoras y sobre el final, un relato en nombre propio conmueve los prejuicios. Ahora que se podrán recibir libros por delivery, se puede pedir en la librería amiga.
Putas y Guerrilleras, de Miriam Lewin y Olga Wornat, Editorial Planeta, Edición Definitiva, 2020.