El Departamento de Justicia de los Estados Unidos acusó formalmente a dos agentes del Servicio Federal de Seguridad (la ex KGB) por el ataque cibernético que afectó a 500 millones de cuentas de mail de Yahoo.
Se trata del la mayor violación de datos personales en la historia de los Estados Unidos, y la presentación de cargos es la primera vez que se hace contra la Inteligencia rusa por un ataque cibernético. En el medio, está la polémica por el hackeo a los mails del Partido Demócrata en la campaña electoral, que según el gobierno saliente de Barack Obama y los organismos de inteligencia, fue para facilitar el acceso de Donald Trump a la Casa Blanca.
"Estados Unidos investigará rigurosamente y procesará a aquellos que están detrás de este ataque con todo el peso de la ley", aseguró el fiscal general Jeff Sessions en un comunicado. Justamente, Sessions quedó en la mira por el ciberaataque del año pasado. Siendo senado tuvo dos encuentros con el embajador ruso, y si esa investigación avanza deberá excusarse.
Los 47 cargos apuntan a dos agentes rusos, Dmitry Dokuchaev e Igor Sushchin, y a dos piratas informáticos, Alexsei Belan y Karim Baratov. Hackeo, fraude en transferencia de fondos, espionaje económico y robo de identidad figuran entre las acusaciones. De acuerdo al Departamento de Justicia, accedieron a "cuentas de Yahoo de funcionarios del los Gobierno de los Estados Unidos y Rusia, incluido personal de ciberseguridad, diplomático y militar". También de "periodistas rusos, empleados de otras redes que ellos también querían invadir y empleados de entidades comerciales y servicios financieros".
Mary McCord, fiscal general adjunta, señaló que "la conducta criminal en cuestión, llevada a cabo o facilitada por funcionarios de la FSB que sirve como punto de contacto del FBI en Moscú en asuntos de cibercrimen, es intolerable". Vía Twitter, Marissa Mayer, consejera delegada de Yahoo, agradeció a los funcionarios por "llevar ante la justicia a los funcionarios y 'hackers' rusos que dirigieron el ataque contra Yahoo".