Mauricio Macri volvió a encabezar una reunión virtual con su mesa chica para discutir la extensión del aislamiento social obligatorio. Según relataron quienes asistieron al encuentro por Zoom, el ex presidente se mostró partidario de buscar a futuro algún tipo de flexibilización de las restricciones e hizo hincapié en las consecuencias económicas que vienen teniendo. El jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, en cambio, se mostró menos propenso a levantar la cuarentena. La ex gobernadora María Eugenia Vidal esta vez no se sumó. Luego del encuentro, publicaron un comunicado en el que le pidieron al Gobierno nacional "juego limpio". Reclamaron "no en echar culpas con miradas sesgadas del pasado". Fue a raíz de las declaraciones del canciller Felipe Solá, quien se preguntó "qué hubiera pasado con Macri frente a esta pandemia".
El encuentro de los principales dirigentes del PRO del domingo a las 9 de la mañana fue en un clima mucho menos tenso que cuando discutieron por el protagonismo de Bullrich en los cacerolazos. Sí hubo un contrapunto entre un Macri que hace mucho más énfasis en cómo salir desde lo económico, una Bullrich que sigue insistiendo en un rol opositor más decidido y Larreta junto a los intendentes del PRO, que remarcan que todavía no pasó lo peor de la pandemia. Esa diferencia entre los que gestionan y los que no parece continuar, aunque con mayor cordialidad. Macri advirtió que no abandonará su perfil bajo. Solo reapareció para saludar por las pascuas y a recomendar que "mantengamos la calma y cuidémonos unos a otros con la esperanza puesta en reencontrarnos pronto con las personas que más extrañamos".
Varias horas después del encuentro salió un comunicado, que tuvo muchas idas y vueltas en su redacción. Allí informa que el encuentro virtual duró dos horas y media y que estuvieron, además de Macri, Larreta y Bullrich, el ex candidato a vicepresidente Miguel Angel Pichetto; el vicejefe Diego Santilli; el secretario general del PRO Eduardo Macchiavelli; los presidentes de los bloques del Senado, Humberto Schiavoni, y de Diputados, Cristian Ritondo, además de los intendentes de La Plata, Julio Garro, y de Lanús, Néstor Grindetti. Jorge Macri esta vez no fue de la partida.
El comunicado planteó cinco ejes. El último fue el más duro con el Gobierno: "Le pedimos al Gobierno Nacional que cesen las agresiones de parte de funcionarios o representantes del frente oficialista contra nuestra coalición. Nos parece inadecuado que en este momento existan estas agresiones, que ponen en riesgo el espíritu de colaboración al que estamos comprometidos", amenazaron. "La dirigencia política debe poner foco en la solución de los problemas que genera la pandemia y no en echar culpas con miradas sesgadas del pasado", consideraron.
Se referían a las declaraciones del canciller Solá, que en un reportaje con el periódico Perfil dijo: "Hay muchísima gente que imagina qué hubiera pasado con Macri al frente del gobierno en esta pandemia. Es una historia contrafáctica, pero pensar en ese sálvese quien pueda que propuso Macri en este contexto produce horror". Bullrich ya había salido a contestarle: "¿Ustedes nos darían gobernabilidad o nos tirarían piedras?". El comunicado recogió esa respuesta, de una forma más moderada.
Entre los ejes de la reunión, también destacaron la economía, donde --dijeron-- "es fundamental encontrar un equilibrio entre el cuidado de la salud de los argentinos y, a medida que pasa el tiempo, evitar que se quiebre el aparato productivo". También remarcaron que "la mayor circulación detectada en los últimos días en varios conglomerados urbanos genera un problema, ya que puede retrasar la salida del aislamiento". Sobre la actividad del Congreso --algo que también se discutió en los bloques parlamentarios de Juntos por el Cambio-- (ver recuadro)- reclamaron que"se les permita a nuestros bloques parlamentarios desarrollar con normalidad sus funciones". "El Gobierno está tomando decisiones importantes que necesitan la supervisión y el enriquecimiento de la tarea parlamentaria", indicaron.
Por último reclamaron que se concentren los esfuerzos después del 26 de abril en los adultos de más de 70 años, siguiendo una propuesta del Gobierno porteño. También hubo coincidencias en que el Gobierno debería entregar las estadísticas oficiales --entre ellas, un mapa de los focos de la enfermedad-- y debería hacer más testeos a la población. Para aquellos que querían plantearle límites al Gobierno, se les reservó el apartado final del comunicado: "Nuestros valores siguen vigentes y no están en cuarentena, por lo cual seguiremos defendiendo la salud de los argentinos y también de la República". Una linea que hubiera hecho sonreir a Elisa Carrió.
En la reunión, Bullrich se quejó de que siempre aparecen en las notas en los diarios después de esos encuentros como un espacio dividido entre un ala dura y una blanda. Si bien se mantiene como una representante del ala dura, la vieron menos proclive a montarse en cacerolazos y movidas similares. "Gracias a Dios Patricia se tranquilizó un poco", dijo a este diario uno de los asistentes. "Igual, hay que ver cuánto le dura...", acotó, con una sonrisa de resignación.