Una situación similar a la de María Eugenia Cardinale, pero a menos kilómetros de distancia y con un contexto más conflictivo, es la que atraviesa Aymará Lucía Sosa, una artista y muralista rosarina que está varada en Cusco (Perú) junto a otros argentinos. En este caso, a la imposibilidad de volver al país se le suman otras complicaciones relacionadas a las severas disposiciones internas adoptadas por el gobierno peruano. En contacto con Rosario/12, Sosa explicó que, al igual de lo que ocurre en otras partes del mundo, se cancelaron todos los vuelos de regreso que estaban programados y ya llevan cuatro semanas de cuarentena. Al mismo tiempo relató el complicado contexto social que se vive en ese país: "Cancelaron los derechos civiles, la policía puede dispararte o entrar a tu casa si tenés la música fuerte o sospechan de reuniones y hay toque de queda". Además, manifestó que después de tantos días de aislamiento muchos argentinos se van quedando sin recursos para subsistir: "Hay gente pasándola muy mal, sin lugar donde dormir o sin dinero para comer. Muchos terminan durmiendo en las Iglesias". En cuanto al sistema de salud peruano, aseguró que "se encuentra colapsado", y lamentó que se haya generado entre muchos locales cierto grado de xenofobia: "Nos miran bastante mal porque creen que nosotros trajimos el virus a sus tierras".