Las ventas minoristas se derrumbaron un 48,7 por ciento interanual en marzo a raíz de la cuarentena obligatoria implementada durante la segunda quincena del mes para intentar frenar la expansión del coronavirus. Según el relavamiento de CAME, el rubro bazar y regalos fue el que registró el peor desempeño con una caída de 67,2 por ciento, mientras que indumentaria y lencería retrocedió 65,1 por ciento y las ventas de muebles de oficina y hogar cayeron 65 por ciento.
En el resto de los rubros el impacto también fue contundente. Joyería y relojería cayó 64,7 por ciento, Neumáticos y repuestos de autos y motos 64,4 por ciento, Calzado y marroquinería 63,8 por ciento, los locales de deportes 62,3 por ciento, mientras que las casas de electrodomésticos y artículos electrónicos vieron caer sus ventas un 51,5 por ciento.
La recesión producto de las medidas de aislamiento es tan profunda que los rubros que estuvieron entre las excepciones también registraron fuertes caídas en sus ventas. Ferretería y materiales eléctricos cayó 50,7 por ciento y farmacias, perfumería y cosmética un 33,1 por ciento. Este último rubro contempla algunos locales que sí fueron forzados a cerrar como las casas de perfumería y cosmética. Por último, las ventas de alimentos y bebidas retrocedieron 18,1 por ciento interanual. En este semento, se registraron fuertes ventas los días previos a que se implementara la cuarentena por temor al desabastecimiento, pero las medidas sanitarias aplicadas luego impactaron de lleno en los supermercados que se ven forzados a permitir el ingreso de una cantidad limitada de personas para garantizar el distanciamiento social.
CAME estimó que por cada día de aislamiento preventivo en marzo el comercio minorista perdió ventas por 10.360 millones de pesos. A su vez, según una encuesta realizada por la entidad empresaria en los comercios relevados, sólo el 24 por ciento de los negocios pudo cubrir la totalidad de sus cheques y el 74 por ciento de las pymes cree que una vez finalizada la cuarentena tardarán más de cinco meses en volver a la normalidad.
En cuanto a las líneas de ayudas y crédito anunciadas, CAME destacó que no terminan siendo un gran aliciente para los comercios pymes. “Las líneas al 24 por ciento, el 71 por ciento no las solicitó, en buena medida porque no creen que las consigan o les parecen costosas. Y en cambio solo el 3 por ciento las obtuvo y sin inconvenientes”, destaca el informe. Más expectativas hay en las ayudas para pagar salarios: el 45 por ciento de las pymes consultadas planea solicitarlas.