En Bariloche, una semana después de la confirmación del primer caso de coronavirus en la ciudad, ya son 41 los confirmados. El 3 de abril, una agente de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) que había llegado desde Buenos Aires, dio positivo en el test que analiza la presencia del virus. Según el informe sanitario de este lunes, los casos confirmados en la ciudad ya son 41 y se encuentran monitoreados por el hospital zonal Ramón Carrillo. Desde esta semana el municipio intensificó las medidas de prevención, entre ellas el establecimiento del uso obligatorio de protectores faciales o “tapabocas”.

“Esperamos que las medidas ayuden a reducir los contagios”, dijo Mercedes Iberó, encargada de políticas públicas del Ministerio de Salud de Río Negro, a Página|12. En la provincia se registraron, hasta este lunes, 71 casos positivos y 4 personas recuperadas. En la ciudad de Bariloche, el hospital zonal Ramón Carrillo es el encargado de abordar los casos sospechosos y realizar las pruebas para determinar la presencia del virus. “Los directivos del hospital vienen trabajando desde enero en la organización, preparando convenios porque es imposible que un solo establecimiento aborde la situación”, relató Iberó y aseguró que “todos los casos están de una u otra manera relacionados entre sí; solo en uno todavía no encontramos el nexo con el primer contagio”. El primer caso de coronavirus en Bariloche fue el de una mujer de 32 años que trabaja para la fuerza de seguridad aeroportuaria y volvía a su casa luego de haber viajado por trabajo a Buenos Aires. “Ella regresó justo antes del comienzo del aislamiento y no tenía síntomas. En ese momento, los casos sospechosos eran solamente las personas que venían del exterior”, señaló Iberó y contó que, al llegar a la ciudad, la mujer “continuó normalmente con su trabajo”. De las personas aisladas como casos sospechosos, gran parte pertenecen a distintas fuerzas de seguridad: “es esperable que al ser un mismo grupo laboral, haya más contagios”, advirtió. Actualmente hay 150 personas trabajando en la PSA de Bariloche.

Los pacientes más leves están aislados en un hotel del centro, destinado a alojar tanto casos confirmados como aquellos sospechosos que deben permanecer distanciados del resto de la población. Otros se encuentran en clínicas privadas, monitoreados por el Hospital. “Estamos recibiendo profesionales para sumar a los equipos de enfermería y laboratorio, que son los más urgentes. Cuando lleguemos al pico más alto de contagio, las clínicas privadas se harán cargo de todos los asuntos médicos que no tengan que ver con el virus, como los partos o las urgencias, para que el hospital atienda solamente lo infeccioso”, aseguró Iberó. Si bien son 38 los pacientes con coronavirus, las 3 personas de Dina Huapi que dieron positivo también se atienden en el Carrillo, ya que en el municipio vecino –a 16 kilómetros de Bariloche– no hay hospital. En total, suman 41 casos los confirmados en la zona.

Medidas más estrictas

Desde hace una semana, las medidas de prevención se intensificaron diariamente: sobre avenida de los Pioneros y avenida Ezequiel Bustillo, que conecta el centro de la ciudad con uno de sus extremos en el kilómetro 25, los puestos de control se multiplican. También entre las calles del centro, así como en los barrios más alejados, los altoparlantes de los vehículos de la policía expanden su mensaje: “la Municipalidad recuerda que los vecinos deben permanecer en sus casas”. Según los datos oficiales del municipio, en Bariloche hay 45 mil hogares y, aunque la densidad de población es baja, el tamaño del municipio es el mismo que la Ciudad de Buenos Aires. “No hay recursos suficientes para controlar todo el territorio, por eso ponemos medidas estrictas y confiamos en que la comunidad va a cumplirlas como lo viene haciendo”, señaló Marcela Abdala, vicejefa de gobierno de la ciudad de Bariloche y contó a este diario que, para centralizar los controles, la Municipalidad está cerrando calles, pasajes y accesos, para que todos los vehículos que circulen tengan que pasar por los controles. 

Este lunes, el gobierno local dispuso una nueva resolución para intensificar algunas medidas: a partir de esta semana cada persona podrá salir solo tres veces a la semana a hacer las compras, el día que le corresponda según la terminación de su DNI. Además, el protector facial –o “tapabocas”– es de uso obligatorio para circular por la vía pública. Por incumplir cualquiera de estas normas, hay multas desde los 6 mil pesos en adelante. 

“Prohibimos actividades propias de la ciudad, como las heladerías, chocolaterías y restaurantes, que están destinadas al turismo, y estamos evaluando la reconstrucción económica para la etapa posterior que se viene”, relató Abdala aunque advirtió que “este momento es muy prematuro para pensar en la temporada de invierno”. Según ella, la última gran crisis que vivió la ciudad, en 2011 tras la erupción del volcán Puyehue, sirvió como aprendizaje para las emergencias: “en ese momento pensábamos que era lo peor que nos podía pasar, pero hoy sabemos que no es así”.

Informe: Lorena Bermejo.