Una de las últimas grandes producciones británicas que llegó es El guardaespaldas, serie de la BBC protagonizada por Richard Madden, quien ya había alcanzado la fama mundial por su participación en Games of Thrones como Robb Stark y logra en esta nueva ficción salir con éxito de ese recordado personaje para personificar al sargento de policía David Budd, un veterano de guerra que como consecuencia de su paso por el ejército británico padece de trastorno de estrés postraumático.
Tal como indica el nombre de la serie, Budd consigue un nuevo trabajo como oficial de protección especializado para el Servicio de Policía Metropolitana de Londres, y en ese nuevo rol se le asigna proteger a la ambiciosa secretaria de Interior, Julia Montague - interpretada por una gran Keeley Hawes- quien defiende una ideología que pregona todo lo que su protector desprecia, y que, además, le generará varios enemigos que intentarán deshacerse de ella.
Con el inicio del primer capítulo ya se genera un nivel de tensión interesante que se mantendrá a lo largo de los seis episodios que tiene la serie, combinando el suspenso con la acción, y todo en medio de una trama de complot político atrapante, en el que nada será lo que parece. De esa manera, se plantea una estructura impredecible de sucesos que sorprenderán a más de uno, culminando con un final acorde a lo que se plantea. A todo esto se le suman increíbles postales de una fría y desoladora capital inglesa que servirá como escenario perfecto para el desarrollo de la narración.
El guardaespaldas. Disponible en Netflix.