El costo real al que se refinancian los saldos de tarjeta de crédito se ubica entre el 52,5 y el 70 por ciento, dependiendo de la entidad bancaria. La tasa de interés dispuesta por el Banco Central se estipuló con un tope de 43 por ciento anual. La diferencia responde a comisiones, seguros de vida e IVA, entre otros cargos asociados, que abultan el costo financiero total. La refinanciación de tarjetas comenzó a activarse este lunes, luego de que se venciera la prórroga para esos compromisos. Para las tarjetas no bancarias todavía no hay una medida que los alcance para no caer en incumplimientos con los puntos de pago cerrados. "Todavía no hay nada al respecto", se limitaron a comunicar a este diario desde el Central.
Este lunes venció la prórroga que se aplicó sobre los vencimientos de créditos y resúmenes de tarjeta de crédito. El Gobierno no prorrogó estos vencimientos sin intereses ni punitorios, como fue desde el 20 de marzo pasado hasta este viernes. Dispuso, en cambio, que los vencimientos que operen hasta el 30 de abril y no puedan ser pagados en su totalidad se refinancien a un año de plazo, con tres meses de gracia.
El Central definió una tasa nominal máxima del 43 por ciento anual para refinanciar estos saldos, seis puntos menos que lo que estaba hace una semana. La tasa se calcula desde primer día de la refinanciación aunque recién se empieza a pagar en agosto, luego de tres meses de gracia.
En el actual contexto de parálisis económica, para la mayoría de los sectores la tasa nominal continúa siendo alta para refinanciar la tarjeta. Nuevamente los bancos siguen sin hacer un aporte a la situación y mantienen márgenes rentables de intermediación. Un plazo fijo paga 24 por ciento anual por una inmovilización vía homebanking, pero la refinanciación automática de la tarjeta se hace al 43 por ciento para quienes no tuvieron ingresos en marzo por la cuarentena y hoy no tienen fondos para pagar el plástico.
El cálculo del Central es que por cada mil pesos se pagarían nueve cuotas de 147 pesos a partir de agosto. No obstante, el costo es todavía mayor por los cargos y extras que llevan el costo financiero total a promediar el 60/65 por ciento. "No pueden aumentar las comisiones ni costo de mantenimiento ni cargos, así que no pueden compensar la baja de tasas con otros costos", señalaron desde la entidad que conduce Miguel Pesce. Pero, con las alícuotas y los cargos bancarios vigentes, el sobre-costo puede ser de entre 10 y 20 puntos porcentuales.
Entre las quejas que se denunciaron en las últimas horas por las redes se encuentra este mayor costo financiero, la inclusión de gastos de renovación de los plásticos durante la cuarentena o que hayan aumentado el pago mínimo obligatorio.
"Tanto el débito directo como el débito automático en la propia entidad financiera pueden ser reversados a solicitud de los clientes dentro de los 30 días corridos contados desde la fecha del débito y la devolución de los fondos debe operar dentro de los 3 días hábiles de la solicitud. Eso implica que si se debitó el monto, puede pedirse al banco hasta esa fecha la devolución del dinero y refinanciar el vencimiento del plástico. Cada familia podrá analizar, si tiene opción, si le conviene refinanciar el saldo", indicaron en el Central.
El problema es que para quienes no tienen esa alternativa, una tasa del 43 por ciento nominal, que en términos efectivos llega a 60 por ciento, sigue siendo impagable, en especial si en abril se suman gastos sin ingresos por la parálisis de la actividad. Tampoco se conoce que sucederá con quienes utilizan tarjetas no bancarias, las cuales se pagan en servicios de pago rápidos (Rapipago o Pago Fácil, por ejemplo). Para estos tenedores no se sabe qué tasa se les aplicará cuando se termine haciendo el pago del resumen. Hay alternativas mediante aplicaciones o homebanking pero no todos saben o pueden utilizarlas.