La Reserva Federal de Estados Unidos subió ayer la tasa de interés en 25 puntos básicos, al ubicarse en un rango de 0,75 a 1,0 por ciento. Fue el segundo aumento en tres semanas. La decisión estuvo basada en los indicadores de crecimiento económico del mercado interno norteamericano, la mejora en las variables de empleo y el objetivo de tener una inflación consecuente con las metas de la Reserva Federal. La titular de la entidad, Janet Yellen, aseguró que quiere conseguir un sendero más normal para la tasa de interés de referencia. “El mensaje es sencillo: la economía se está comportando bien”, apuntó. Aseguró que las subas continuarán en los próximos meses y se harán en forma gradual. Los aumentos para este año serían al menos dos más y se espera que haya otros dos ajustes en 2018.
La suba de la tasa de Estados Unidos, según economistas de todas las corrientes, podría generar tensión para las economías emergentes, puesto que impulsaría la inestabilidad de los precios de las materias primas y el reflujo de capitales hacia las potencias maduras. La Argentina, tras desregular sus flujos de capitales, es uno de los países de la región más expuesto a estos shocks externos.
En lo que refiere al mercado local, el dólar cerró a 15,83 pesos. La novedad fue que la autoridad monetaria, tras meses de no intervenir en la plaza cambiaria, adquirió 300 millones de dólares para evitar una baja de la cotización. Estas divisas fueron compradas a la provincia de Buenos Aires, que había realizado una colocación de deuda. Si bien el organismo a cargo de Federico Sturzenegger asegura que tipo de cambio es flexible, es decir que la cotización la define el mercado y el Central no interviene, ayer operó en la plaza cambiaria.