La localidad entrerriana de Bovril vivió una insólita situación en medio de la pandemia, porque el propio intendente local fue el que rompió la cuarentena con un show móvil, en vivo, que incluyó una parrillada con guitarreada y todo. El jefe comunal, junto con otros dos funcionarios, salió de parranda en una camioneta que denominó “chanchomóvil”, porque encima del vehículo asaron un lechón que repartieron entre vecinos premiados por una supuesta rifa. La incursión dominical les valió después una denuncia impulsada por las autoridades de la provincia. La actitud del intendente recibió críticas, pero también vivas en las redes sociales.
Bovril es una localidad rural de cerca de nueve mil habitantes, en el noroeste de Entre Ríos. Los responsables del incumplimiento de la cuarentena son el intendente de Cambiemos Fabián Valenzuela, su vice José Gillig, y el concejal Raúl Kuhn. El episodio quedó registrado en un video que se hizo viral en las redes sociales. Esto motivó la reacción de la ministra de Gobierno de Entre Ríos, Rosario Romero, quien aseguró que la policía provincial "hará la advertencia correspondiente" ya que "no se pueden hacer" este tipo de actividades.
La provincia de Entre Ríos tiene hasta ahora 21 casos confirmados de Covid-19.
Este domingo, Valenzuela, Gillig y Kuhn, a bordo del “chanchomóvil”, todos de rigurosos barbijos y guantes a la hora de las fotos –dicen que no los llevaron puestos todo el tiempo—, salieron a realizar la demagógica recorrida mientras en la parte trasera del vehículo, el lechón se iba dorando en la parrilla a fuego lento, porque, eso sí, respetaron las reglas del buen asador.
“Yo los vi pasar sin barbijo ni guantes, mientras se llevaban las manos a la cara”, sostuvo una mujer que los criticó por Twitter. En el video, Valenzuela elogió en un breve discurso "el enorme trabajo de este equipo en este gesto simbólico de sortear a través de Facebook este lechón".
Para que la fiesta fuera completa, el concejal Raúl Kuhn se encargó de “interpretar diversas melodías" para distraer a los vecinos, acompañándose con el acordeón. La intención de los tres funcionarios fue la del “sólo hecho de cumplir" con el aislamiento social preventivo y obligatorio decretado por el Gobierno Nacional. El incumplimiento fue su mejor forma de acatar el incumplimiento.
Para no relegar protagonismo, el intendente aparece cantando desde el balcón de la casa de unos vecinos, micrófono en mano y sonriente. En las redes sociales se sucedieron los repudios indignados y también los festejos por la picardía criolla.
Desde la capital provincial, la ministra Romero pidió en conferencia de prensa a todos los funcionarios públicos "predicar con el ejemplo, más cuando estamos ante una pandemia". Agregó que las autoridades policiales de Bovril harán “la advertencia correspondiente" ya que "no se pueden hacer" este tipo de actividades.