“Es miope para los acreedores esperar el pago de la deuda de los países emergentes ya que los recursos tendrían que destinarse a combatir los impactos de la crisis sanitaria”. Estas declaraciones no fueron de economistas heterodoxos que buscan que el sistema financiero internacional perdone la deuda de las economías en desarrollo. Se trata de los argumentos de Carmen Reinhart y Keneth Rogoff: dos conomistas de larga trayectoria de la Universidad de Harvard.

“A medida que el coronavirus se propaga a nivel mundial, la parálisis económica y el desempleo siguen su paso. Es probable que las consecuencias económicas de la pandemia en la mayoría de las economías emergentes y en desarrollo sean mucho peores que cualquier cosa que pueda observarse en Europa o Estados Unidos”, indicaron en una nota para Project Syndicate.

Los economistas aseguraron que este no es el momento para esperar que estos países con menores recursos puedan cumplir sus deudas con acreedores privados u oficiales. “Con sistemas de atención médica inadecuados, capacidad limitada para brindar estímulos fiscales o monetarios y redes de seguridad social subdesarrolladas (o inexistentes), el mundo emergente y en desarrollo está en el borde no solo de una crisis humanitaria”.

Plantearon además que la otra dificultad para estos países es que se encuentran al filo de “la crisis financiera más graves desde al menos 1930. Los capitales empezaron a salir en cantidades de la mayoría de estas economías en las últimas semanas, y una ola de nuevos incumplimientos soberanos parece inevitable”.

La conclusión a la que arriban Reinhart y Rogoff es directa. “Se necesita urgente una moratoria temporal en el pago de la deuda para países en desarrollo y emergentes. La situación de cuarentena en estas economías es alarmante”. Detallaron que “en los barrios marginales de San Pablo, Mumbai o Manila, la cuarentena puede significar vivir en una habitación pequeña con diez personas, con poca comida o agua y escasa o nula compensación por la pérdida de salarios. Las interrupciones del suministro que acompañan a la pandemia pronto pueden ser seguidas por la escasez de alimentos”.

La serie de acciones a seguir es sencilla tras esta descripción. “Recomendamos una moratoria temporal inmediata sobre los pagos de la deuda externa para todos los países con la excepción de los AAA”, afirmaron. Aclararon que para que este tipo de alivio sea efectivo debe incluir las deudas con los organismos multilaterales, como el FMI y el Banco Mundial, los acreedores soberanos (Club de París) e inversores privados.

La moratoria de las deudas permitirá ser un puente para ordenar las reestructuraciones y evitar una salida caótica al problema de las deudas. “La deuda de muchos países deberá ser reestructurada. No habrá alternativa a un incumplimiento parcial negociado”.