La localidad correntina de Mburucuyá, distante casi 150 kilómetros de la capital provincial, fue escenario de un insólito enredo judicial a raíz de una violación de la cuarentena por el coronavirus. 

Allí, en la madrugada del domingo pasado, los vecinos alertaron a un concejal del distrito, José Gustavo Aromi, acerca de una reunión en una vivienda donde sonaba música a alto volumen. Entre los participantes del encuentro figuraba otro concejal, de la Unión Cívica Radical, Renzo Dacunda. 

Lo curioso del caso es que tras ser demorado e interrogado por la Policía en el lugar, Dacunda se retiró a su propia casa, y quien quedó involucrado en la investigación que lleva adelante la Fiscalía fue el concejal denunciante, por haber ido a la comisaría a advertir acerca de la probable violación de la cuarentena, a pesar de que su condición de funcionario público le permite transitar libremente por su distrito.

El concejal radical 

“Aproximadamente a las 22,30 fui a empaparme de la actividad del grupo de voluntarios”, escribió más tarde en Facebook Dacunda en un intento de explicar su presencia en la vivienda denunciada, contigua a la casa de otra concejal radical, Sonia Ramírez, donde un grupo de voluntarios fabricaba barbijos.  "Saliendo del lugar aproveché la oportunidad para invitar a sumarse a este grupo a los vecinos teniendo en cuenta que existe una profesional y es muy necesaria en este momento para continuar con la tarea", agregó Dacunda. "Llamaron a la policía y fui parte de un ataque político, que no corresponde en este momento", se defendió. 

Quien hizo la denuncia, el concejal del Frente de Todos, José Gustavo Aromi, en diálogo con este diario contó que un vecino lo había alertado y que había ido a la comisaría a radicar la denuncia: "Más tarde, cuando vi el video, me enteré de que uno de los participantes de la reunión denunciada era Dacunda". Aromi agregó que aunque Dacunda pueda circular, "no corresponde participar en una reunión con varias personas, por lo que implica la pandemia". Y destacó que "tal vez haya estado trabajando, pero era la madrugada del domingo, no estaba en su casa y los vecinos alertaron por el ruido".

Horas más tarde llegó la respuesta del fiscal de la localidad de Saladas, Osvaldo Ojeda, quien notificó a Aromi que quedaba involucrado en la investigación como "implicado", no como testigo. Juan Manuel Cubilla Haedo, el abogado de Aromi, advirtió entonces la intención del fiscal de "disciplinar" a su defendido "para evitar este conflicto".

El fiscal Ojeda no respondió los mensajes de PáginaI12. Mientras tanto, se investiga si hubo una posible infracción a la cuarentena, pero ahora con Aromi como presunto infractor. De hecho, la página de prensa del municipio en Facebook también se hizo eco del posteo del concejal Dacunda y sostuvo la teoría de la "maniobra".