Luego de registrar el lunes un pico de 108 nuevos casos de coronavirus en el límite con Rusia, China volvió a cerrar las fronteras para los extranjeros que intenten ingresar al país. También decretó una cuarentena obligatoria de 14 días en la capital, Beijing, para todos aquellos que lleguen desde el interior, incluso si se hicieron previamente el test y éste dio negativo. El ministerio de Salud chino confirmó el martes tres únicos casos de Covid-19 de transmisión local, todos ellos en la provincia sureña de Cantón, mientras que se registraron otros 86 positivos procedentes del extranjero. La mayoría de las nuevas infecciones son causadas por ciudadanos chinos que vuelven al país. Luego de dos meses de estricta cuarentena, en las últimas semanas China había comenzado a flexibilizar las restricciones de circulación, pero ahora el gobierno teme que un aumento de los casos importados pueda desencadenar una segunda oleada de Covid-19. En ese sentido, el gobierno de la provincia de Heilongjiang empezó a ofrecer una recompensa de hasta 5 mil yuanes (unos 710 dolares) para aquellos que ayuden a detener a viajeros procedentes de Rusia que cruzan ilegalmente la frontera.
China resolvió prohibir la entrada de extranjeros en su territorio por temor a los "casos importados" de Covid-19, aunque hasta ahora estos fueron en su mayoría ciudadanos chinos. Pero el gobierno dio un paso más al dictar una cuarentena obligatoria de 14 días para la gente que llega a la capital Beijing desde otras partes del país, incluso si dieron negativo en los tests.
La estricta medida no se aplica en otras ciudades, pero Beijing alberga el centro del poder político y económico chino. Por dar un ejemplo, el Partido Comunista local debió aplazar su congreso anual previsto para marzo para asegurarse que los miles de delegados que iban a participar no tengan riesgo de contagio. La nueva fecha todavía no fue programada. "En última instancia, estas medidas buscan proteger del virus a la élite del poder en China", destacó Alfred Wu, profesor asociado de la Escuela de Políticas Públicas Lee Kwan de la Universidad Nacional de Singapur.
Beijing impuso además una cuarentena de 14 días para todos los estudiantes que vuelven a la capital y tienen que dar negativo en los tests para poder volver a sus casas de estudio. A su vez, todos los hospedados en hoteles tienen que haber dado negativo en los siete días previos a su estadía.
El estigma de Wuhan
Las medidas impuestas en la capital china ya disuadieron a muchos ciudadanos de volver a pisar el territorio. Chen Na, una cuidadora de la provincia de Anhui, se quedó sin trabajo porque su zona de origen está clasificada como de "alto riesgo". "Cuando ven de donde vengo se detiene la conversación. Ni siquiera puedo acceder a una entrevista. Desde febrero estoy sin trabajo", explicó.
Pero los que peor lo pasan son los que llegan a Beijing desde Wuhan , la ciudad del centro del país donde por primera vez apareció el coronavirus y que el ocho de mayo levantó el confinamiento que había durado meses. Los que llegan a Beijing desde esta ciudad tienen que dar negativo en los tests siete días antes de su fecha de regreso, someterse a 14 días de cuarentena y dar negativo otra vez antes de poder salir.
Otras ciudades solo requieren que las personas procedentes de Wuhan tengan un código verde en una aplicación sanitaria especial, y que tengan un resultado negativo en un test de ácido nucleico. Pero para viajar a Beijing se necesita solicitarlo a través de una aplicación después de recibir el diagnóstico negativo. Si se aprueba esa petición, hay que hacer otra para comprar los pasajes del tren a la capital, con una capacidad limitada de mil plazas diarias.
En la estación de Beijing Oeste se puede ver claramente cómo las personas llegadas desde la provincia de Hubei, que tiene a Wuhan como capital, son ubicadas en un sector separado del resto. Estos pasajeros son conducidos hasta buses especiales rumbo a cada distrito de la capital. Entre el 8 y el 13 de de abril, 1.037 personas volvieron a Beijing dese Wuhan. Ninguna dio positivo por Covid-19.
Recompensa frente a los casos importados
Como parte de la paranoia luego del leve aumento de casos importados por el nuevo coronavirus, la provincia de Heilongjiang empezó a ofrecer una recompensa de 5 mil yuanes por aquellos que detengan a viajeros procedentes de Rusia que cruzan la frontera de forma ilegal. En el noreste de China, Heilongjiang informó el martes 79 nuevos casos de personas procedentes de Rusia.
Por ese motivo, las autoridades provinciales anunciaron una recompensa de 3 mil yuanes a las personas que denuncien los cruces ilegales de la frontera, y hasta 5 mil yuanes en caso de capturar a los infractores. Se trata de "aumentar la prevención y la vigilancia de los casos importados a la provincia", precisaron las autoridades provinciales a través un comunicado. Una gran parte de los casos importados a la provincia se encontraron en Suifenhe, donde sus 70 mil habitantes están confinados desde la semana pasada.
El ministerio de Salud de China confirmó este martes tres únicos casos de Covid-19 de transmisión local, todos ellos en la provincia sureña de Cantón, mientras que se detectaron otros 86 positivos procedentes del extranjero. La cifra de fallecidos se mantiene en 3.341, y no se registraron muertes en las últimas 24 horas. El número de casos positivos es hasta el momento de 82.249, mientras que 77.738 ya consiguieron el alta médica.