La Municipalidad de Salta relanzó este martes el programa Unidos, que comprende una serie de acciones destinadas a llevar alimento a los barrios más pobres de Salta Capital, y para el cual invitó a sumarse a los concejales y diputados capitalinos.

La ayuda alimentaria llega actualmente mediante cocinas, ollas comunitarias, comedores, centros de jubilados, centros vecinales y la colaboración de la iglesia evangélica.

Así se atiende a la parte del eslabón social más débil, al que las restricciones impuestas por la pandemia del coronavirus dejó desprotegido, porque vive de ingresos diarios con prioridad en niños y adultos mayores.

La comida caliente se distribuye en 30 barrios populares, a través 15 comedores propios, 10 comedores que la Municipalidad denomina “aliados”, 4 puntos de la iglesia evangélica cristiana, centros de jubilados y centros vecinales.

La intendenta Bettina Romero dijo ayer que con esa tarea se alcanza 300 familias, unas 12.000 personas, que el trabajo influye en unos 200 barrios en total, que la Municipalidad invirtió hasta ahora $5 millones y que también hay empresas que aportan alimentos.

La intendenta ofreció este martes una conferencia de prensa por redes sociales, que por problemas técnicos no se concretó en vivo, pero se difundió una grabación de 40 minutos con su exposición y la respuesta a algunas de las preguntas que los medios enviaron previamente.

En una introducción Bettina Romero mencionó el contexto que obliga a cumplir con medidas preventivas para evitar la propagación del coronavirus, recordó que “la ciudad de Salta es el aglomerado con más informalidad del país", que después de Tartagal es la ciudad que tiene más asentamientos, que hoy el 45% de la ciudad es pobre, lo que equivale a 280.000 personas y que 7 de cada 10 personas de los barrios populares no cubre el ingreso de la canasta alimentaria.

“Empezamos trabajando unidos entre nosotros, los del gabinete y fuimos sumando” dijo la intendenta y agregó: ”por eso invito a los concejales, no solo a quienes nos acompañan, sino a todos los concejales y diputados provinciales a unirnos”.

La intendenta insistió en al menos cinco oportunidades en invitar, especialmente a los concejales y por sugerencia del gobernador, también a los diputados, a sumarse al esfuerzo que está haciendo la Municipalidad.

“Mientras más concejales puedan ser líderes en barrios que ellos elijan, mientras más centros vecinales se sumen, mientras más puntos de la iglesia podamos abrir, vamos a ampliar la zona de influencia. Estamos mostrando lo que hacemos, el desafío es ampliar, duplicar”.

Volvieron los concejales

La intendenta estuvo acompañada por funcionarios de su gabinete, representantes comunitarios y por los concejales Ángel Causarano, Abel Moya, Susana Pontussi, Jorge Altamirano y Ana Paula Benavides.

La presencia de los concejales en la rueda de prensa constituyó toda una novedad, ya que el vínculo de la intendenta con el legislativo municipal venía muy mal, lo que obligó a la intendenta a designar un funcionario con la tarea específica de atender esa relación.

Moya valoró positivamente la invitación de la intendenta a la parte política de los concejales. Dijo que tenía muchos pedidos de alimento. Altamirano felicitó la iniciativa y señaló que el programa logró unir los vecinos con un mismo objetivo y fortalece a la comunidad”.

Causarano, uno de los que tuvo más severos reproches públicos a la gestión y a la intendenta, se dirigió a la jefa comunal con un trato casi familiar: “agradecerte la invitación, no están todos los concejales porque hay reunión de comisión pero estanos nosotros representándolos. Contá con nosotros, esperábamos este llamado y a partir de ahora yo creo que con el amigo Álvarez (César) ha nacido una nueva relación entre los concejales y la intendenta; contá con nosotros, vamos a trabajar de la mano por el bien de los salteño, hay muchas necesidades y llegó el momento de mostrar nuestro gran corazón”.