Con un acatamiento del 90 por ciento comenzó ayer el nuevo paro nacional de 48 horas convocado por federaciones y uniones de gremios docentes. La jornada de protesta en reclamo de la apertura de la paritaria federal y ante el empantanamiento de negociaciones en veinte provincias incluyó clases públicas, actos y movilizaciones con amplio apoyo de la comunidad. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, aseguró que “no hay razón para nacionalizar un conflicto docente”, que volvió a adjudicar a “cuestiones políticas, gremiales o electorales”. La secretaria de Ctera, Sonia Alesso, advirtió que el gobierno de Mauricio Macri “va camino a eliminar la paritaria nacional docente” creada por ley, que permite que “los fondos se distribuyan de forma federal a todas las provincias sin importar el partido político” que gobierne, y lamentó que Cambiemos “generalizó el conflicto en todo el país”.
La huelga nacional unifica la lucha que los maestros mantienen en la mayoría de las provincias en pos de una recomposición de sus salarios. En Capital Federal los maestros piden un 35 por ciento de aumento (diez puntos para recuperar la pérdida de 2016), mientras Horacio Rodríguez Larreta ofrece un 18 en dos cuotas. “Vamos a defender la educación, la ciencia y la tecnología, por eso vamos a estar el 21, el 24 y el 30 en Plaza de Mayo”, anticipó Eduardo López, secretario de UTE-Ctera. “Vamos a reclamar por una sociedad igualitaria donde la educación sea el motor del desarrollo y de la igualdad de oportunidades”, sostuvo. Maestros y profesores confirmaron que participarán en la movilización que los estatales de ATE harán hoy a las 10.30 al ministerio de Hacienda porteño.
En Santa Fe, miles de docentes se movilizaron al Ministerio de Educación. El gobernador Miguel Lifschitz dispuso suspender las tratativas con Amsafe y los privados de Sadop, que rechazaron el ofrecimiento del 21 por ciento. La Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (Uepc) estimó en un 70 por ciento la adhesión en la provincia, donde el gobierno de Juan Schiaretti todavía no hizo ninguna propuesta. “No es poco si tenemos en cuenta que el descuento por día de paro que recibe el docente es entre 900 y mil pesos”, destacó Fabián Mazzola de Uepc. En Río Gallegos, más de 3000 trabajadores marcharon hacia la gobernación de Santa Cruz. “No es nuevo que digan que los paros docentes son políticos. No nos llama la atención cuando piden voluntarios Macri y Vidal porque en 2011 el ex gobernador Peralta buscaba jubilados y estudiantes para cubrir las aulas de la provincia”, recordó Pedro Cormack, secretario de Adosac.
“No hay razón para nacionalizar un conflicto docente, salvo cuestiones políticas, gremiales o electorales”, dijo Peña. El funcionario aseguró que existe “un nivel de entendimiento y coordinación entre los gobernadores respecto a garantizar que el aumento va a ser igual a la inflación” y minimizó la generalización de reclamos docentes al afirmar que “la Argentina vive escenarios de conflictividad desde hace años”.
“El que hace política con el conflicto docente es el gobierno y de una manera grosera”, advirtió Alesso. Atribuir esos fines a los gremios “es faltarle el respeto a la inteligencia de los maestros”, explicó. El Ejecutivo “ha tomado una decisión de confrontar con los docentes porque cree que va a ganar”, evaluó, y recordó que “dejó de convocar a las mesas de formación docente y de calidad educativa”. “La solución del conflicto es fácil, lo que no veo es voluntad de diálogo por parte del Gobierno”, resaltó la dirigente de Ctera. “Hay plata para pagarle a los grandes inversores, a los grandes sectores del agro, hay plata para pagar los bonos, hay plata para distintos sectores que son de poder concentrado en la Argentina, pero no se cumple con una ley del Congreso”, sentenció.