El contagio masivo de Covid-19 en un geriátrico de Saldán, una localidad de las Sierras Chicas a unos 30 kilómetros al noroeste de la capital mediterránea, sigue siendo el tema central de esta etapa de la pandemia en Córdoba. De las 27 personas iniciales más el médico que dieron positivo al reactivo del Coronavirus, ayer se supo que el número trepó 42 infectados en total en el geriátrico Santa Lucía, incluyendo a dos empleados del internado y a la esposa embarazada de uno de ellos.
Ninguno está grave, pero el impacto de la noticia ha sido un golpe en a las poblaciones cercanas, como Unquillo, Mendiolaza, Villa Allende, Salsipuedes y La Calera: todas en el circuito cercano a Saldán, que reforzaron sus controles de entrada y salida a esas localidades. En la región la provincia decretó, desde el sábado pasado, una "alerta epidemiológica".
En un primer momento hubo acusaciones cruzadas y hasta cuasi linchamientos vía redes sociales contra el médico del Pami a quien se señaló como “el culpable”. El profesional, que es asmático, supo que era portador positivo luego de que les solicitó a sus colegas del hospital de Unquillo que le practicaran un test para saber si había contraído Covid-19 durante su labor. Según contó el gerontólogo, cuando la prueba resultó positiva informó “de inmediato” en los sitios donde trabaja: su propio consultorio en Saldán, en el Dispensario Mayu Sumaj y el Santa Lucía, por lo cual el ministerio de Salud de la Provincia testeó y sigue evaluando a los ancianos que habitan esas instituciones y a los familiares y vecinos que tuvieron contacto con ellos.
La culpabilización y ataque al médico fue de tal magnitud, que sus colegas salieron a pedir a la comunidad que los piensen como lo que son, personal de salud. El propio médico contagiado escribió una carta pública. “En realidad es probable que yo me haya contagiado allí”, acusó, por las deficiencias sanitarias como falta de elementos de protección y alcohol en gel; y resaltó que “el punto no es encontrar a un culpable, no lo hay, es una pandemia propagada a nivel mundial. El asunto es que dejen de señalarme a mí y a todo el personal de salud que nos jugamos la vida y la de nuestras familias por ustedes. Sean solidarios y más empáticos con nosotros”.
De esta primera experiencia masiva de contagio de Coronavirus quedó en claro que a la primera de cambio, los aplausos de las nueve de la noche se trocaron, en muchísimos, demasiados casos en condena social justamente para los que están en primera línea de fuego contra la pandemia. Toda una herida abierta. Y la pregunta: ¿cada une que se contagie deberá dar explicaciones de cómo y dónde contrajo el virus?
En la provincia de Córdoba, hasta hoy, hubo 5 personas muertas y hay 47 internados, siete de ellos en terapia intensiva y casi todos en el Hospital Italiano. Desde el comienzo de la pandemia, en Córdoba hubo 215 casos positivos de Coronavirus, y casi 10 mil detenidos por romper la cuarentena. Un 90 por ciento de ellos, según la policía, son hombres. Un dato que no deja de llamar la atención, si se lo compara con los de la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, donde el número ronda los 8.500 detenidos y sumariados por violar la reglamentación establecida.
Entre otros tantos, sobresalió el caso de un hombre de 49 años, habitante de Río Cuarto que detenido y procesado luego de que se exhibiera por las redes sociales tras recorrer más de 200 kilómetros con su bicicleta . No sólo contó que es la segunda vez que viola la cuarentena, sino que detalló a viva –y agitada- voz: “Bueno. Retornando al imperio después de una jornada de bici, de rodar, espectacular. Hicimos Chucul-Río Cuarto. Espectacular día y condiciones. Tuve que esquivar a la salida de Río Cuarto la (policía) Caminera por el Tropezón, salir al camino del frente del Aeropuerto... Había otro control pasando el frigorífico, los dos fueron evadidos exitosamente”. Al escucharlo, una de las frases que se le atribuyen a Albert Einstein sigue sonando en las conversaciones y en los medios de comunicación: “Sólo hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana”.
En tanto, se supo que desde el 23 de marzo pasado, el Centro de Operaciones de Emergencias dispuso que empleados de la Municipalidad de Córdoba y efectivos del Ejército Argentino cavasen fosas en el cementerio de San Vicente, ante eventuales fallecimientos que pudieran producirse por el Covid-19. Según se informó, la intención es llegar a unas 2.000 nuevas fosas en ese cementerio.