Brasas asiáticas
Para los muchos que extrañan el incandescente salón repleto de lamparas chinas de Niño Gordo
(y, también, para los otros tantos que aún no lo conocen o nunca lograron conseguir mesa), este restaurante definido como parrilla asiática se sumó a los deliveries de cuarentena, en la búsqueda de poner los fuegos nuevamente en marcha. Ahí están muchos de sus platos más famosos, como los dumpling (hay de nira y cerdo o de shitake y tofu, a $400 las 10 unidades), la tremenda panceta cantonesa (que viene con panes bao, verdes y una salsa de chili dulce, $850) o el rabo estofado repleto de sabores orientales ($580). Entre los más ricos, imposible olvidar el arroz con mariscos, kimchi, huevo frito y bisque de langostinos ($900), las mollejas crocantes con sweet chili, maíz y miso ($790) o el banh mi ($500), un clásico sándwich vietnamita en pan de tipo baguette, que quedó de herencia de la época de la colonia francesa en el país asiático. Todo viene muy prolijo, acomodado tal y como salía a la mesa en el local, con sus colores y texturas contrastantes. A su vez, pensando en facilitar la experiencia, el lugar ofrece también algunos de estos platos envasados al vacío, un formato ideal para guardar en cantidad en heladera y, al momento de querer comerlo, calentarlo directamente cada porción poniendo la bolsa (que es de un material resistente al calor) en una olla con agua hirviendo por apenas diez minutos. Sin contacto real con el agua, los sabores se regeneran de manera perfecta, como si estuviesen recién elaborados. Hay pesca a la plancha con pickles y puré de zanahorias ($522) o matambre con chauchas y salsa de tamarindo ($711), entre otras opciones.
Sin dudas, parte de la belleza de Niño Gordo es la experiencia de estar en su local, definido por muchos como el más instagrameable de Buenos Aires. Pero mientras haya que quedarse en casa, recibir estos platos sirve como un delicioso y necesario anticipo.
Niño Gordo queda en Thames 1810. Pedidos por Rappi o Whatsapp (11-4192-0461) todos los días de 11 a 16 y de 19 a 23. Radio de entrega: chequear mapa en Instagram @xniniogordox.
Al calor de las especias
Días templados y noches frescas: casi sin avisar, el otoño se instaló en Buenos Aires con temperaturas que rondan, en el mejor de los casos, los 20°C. Estación ideal para cambiar el menú diario, dejando de lado las ensaladas y dándole la bienvenida a los platos de cocción larga y sabores intensos. Entre ellos, los maravillosos curries del Lejano Oriente, la especialidad de Punch Curry Bar
, el local de Palermo que hace dos semanas presentó su formato de delivery.
A lo largo de todo Asia los curries son parte indisoluble de la cocina local, mezclando especias y hierbas, con distintas bases y líquidos. Desde curries frescos con lemongrass, lima kaffir y cilantro a otros muy especiados, repletos de canela, cardamomo, comino y coriandro. Algunos llevan leche de coco para calmar sus ímpetus, otros aprovechan los líquidos del tomate o de los caldos. Cada país, e incluso cada región, tiene recetas y preferencias propias. En Punch Curry Bar ofrecen un pequeño repaso por distintas tradiciones tailandesas e indias, interpretadas por Marcelo Moreno, chef y propietario de esta casa. Con años de experiencia (fue uno de los creadores de Lothus Neo Tai hace más de 20 años), para estos días de cuarentena Marcelo está ofreciendo platos como el Paneng de abadejo y langostinos ($680), un delicioso curry rojo y dulzón; así como el Geng Kiawan Muu ($610), un aromático curry verde con leche de coco, hojas de lima y cerdo, entre varias opciones más. Todas vienen con su correspondiente arroz blanco embalado por separado, y se ofrecen en distintos niveles de picante. La carta (hay que pedirla por Instagram @punchcurrybar o Whatsapp) suma además algunas entradas y platos, desde pinches de pollo marinados ($380) hasta un pad thai de vegetales ($580).
El curry no solo es rico, sino que es además ideal para el formato de delivery, Se conserva perfecto en heladera hasta una semana y en freezer hasta tres meses. Se puede calentar en olla o pasándolo unos minutos por microondas. Un plato rico, contundente e intenso, perfecto para combatir los primeros frescos del otoño.
Punch Curry Bar queda en Costa Rica 4818. Horarios de atención: lunes a sábados, de 12:30 a 17:30 (pedidos y entregas por Rappi). También se puede pedir de día por Whatsapp (11-5141-3134) y las entregas se realizan a partir de las 18 en todo el corredor norte, hasta Beccar).
Al ritmo de Corea
Con un menú original, repleto de sabores coreanos pero permitiéndose también varios permisos occidentales, Kyopo
se armó un nombre propio en esa zona de Flores definida por el cruce de las avenidas Avellaneda y Nazca. Un barrio ecléctico como pocos, que en los últimos años muestra una de las escenas gastronómicas más interesantes de la ciudad porteña. Con sus puertas cerradas por el aislamiento obligatorio -y con los infinitos locales comerciales de la zona también con persianas bajas-, Kyopo se reinventó hace unos días en formato delivery, con entregas en toda la ciudad (las hacen con moto propia; también se puede pedir enviando las mensajerías más conocidas). El menú, publicado en el Instagram del restaurante (@kyopo_ba), es una versión reducida de lo que usualmente se podía comer en el salón, con la promesa de ir cambiando la oferta cada semana. Hay bulgogi (carne vacuna marinada al estilo coreano, huevo soft, verdeo, semillas de sésamo y arroz, $470), también jejuk (carne de cerdo picante marinada con gochujang, con huevo a la plancha, verdeo, parmesano, cebolla crocante, aceite de ají y sésamo, $530) o el Kyopo Bowl, un plato completo con con arroz al vapor, bulgogi, pickle de repollo, kimchi, chutney de zanahoria, mango, palta, huevo, salsa de maní y más ingredientes, todo por $600. Un best seller es la Kyopo Burger, ya una favorita de la casa, preparada con carne picada marinada en pan de sémola, con queso danbo, mayonesa picante, kimchi slaw y papas rústicas ($450). También ofrecen varios de estos platos en versión “easy meal”, envueltos al vacío para guardar en heladera o congelar, y luego calentar simplemente colocando la bolsa en agua hirviendo por diez minutos (con una promoción de $1200 los tres platos). Suman además café de especialidad de un local vecino ($800 el medio kilo), cervezas importadas, soju y un par de vinos de bodegas poco conocidas.
Ya conocido por los vecinos de Flores el delivery de Kyopo es una buena oportunidad para que otros barrios de Buenos Aires prueben esta propuesta única, que se mueve al ritmo del mejor aroma coreano.
Kyopo queda en Dr. Juan Felipe Aranguren 3053. Horario de atención: lunes a sábados de 11:30 a 15. Pedidos por Whatsapp al 11-5325-9419.