En tiempos de cuarentena obligatoria y aislamiento social, ante la inacción queda el pensamiento, la creatividad, la imaginación, en última instancia el delirio. Ya es habitual el interrogante de qué mundo dejará la pandemia, qué cambios se producirán, qué nuevas cosas asomarán en el horizonte del posCovid. Clausurada toda actividad, los cultores de diversas ramas artísticas tienen múltiples preocupaciones. Pero también, según pudo averiguar Página/12 de manera exclusivísima, ciertos planes para readaptar algunas obras a los tiempos de la pandemia. He aquí un repaso por algunos de los remixes que ya estarían en proceso de producción.
* La era de la barbijez (Divididos). Dado que en 2018 ya lanzaron Haciendo cosas raras, Ricardo Mollo, Diego Arnedo y Catriel Ciavarella debieron desestimar la atractiva opción de 40 barbijos ahí en el piso. Pero ya trabajan en reversiones como “Salir a comprar (alcohol en gel)” y “Dame un jabón” y títulos tan sugestivos para la época de aislamiento como “Huelga de amores” y “Salir a asustar”, dedicado a algunos comunicadores mediáticos.
* El amor en los tiempos del Covid / El coronavirus no tiene quien le escriba (Gabriel García Márquez). Las nuevas versiones contarán el romance de Florentino Ariza, Fermina Daza y Juvenal Urbino mientras éste busca la cura del coronavirus; en el remix de la segunda novela del colombiano el coronel vive angustiado no solo por la pensión que nunca llega sino también por si el asma de su esposa tiene que ver con el Covid-19, y si el gallo no será portador del mismo.
* Privé / Tester de pandemia (Luis Alberto Spinetta). Un grupo de músicos que acompañaron el recorrido del Flaco estaría preparando un par de discos que revisitan su obra, de inspiración inevitable en estos tiempos: el aislamiento social da pie a volver sobre Privé (con canciones como “Pobre amor, zoómenlo”, “No seas pandémica” y “Cuarentenas de marzo”), mientras que Tester de pandemia aporta perlas como “Organismo en el aire”, “Al ver virus” y, claro, “Siempre en la pared”.
* Pantaleón y las zoomeadoras (Mario Vargas Llosa). En esta reversión –que ya estaría en su tramo final de redacción-, el capitán Pantoja debe lidiar con la complicación extra de que no sólo debe entretener a la tropa en la selva, sino que además, obligado por el aislamiento social, debe hacerlo a través de la plataforma Zoom.
* Máscaras de salir (Las Pelotas). El notable segundo disco de Daffunchio, Sokol y compañía encontrará un nuevo sentido al ser reformulado como ensayo cancionístico sobre las caretas, barbijos, pañuelos, tapabocas que se pone la gente al salir a la calle, con títulos premonitorios como “Solo” y la oportunidad de deformar a “Tucán” como “Tucuarentena”.
* Toc ToCovid. La ya legendaria obra teatral ofrecerá en plataforma online una versión actualizada, en la que sus personajes presentan las obsesiones ya conocidas recargadas por las múltiples complicaciones del coronavirus. La obsesiva de la limpieza, claro, tendrá especial relevancia.
* Una cuarentena en calzoncillos (Claudia Piñeiro). Quizá sin el peso conceptual de Un comunista en calzoncillos, pero igualmente representativo: en vez de la Argentina de 1976 y el potente recuerdo de aquel padre, Piñeiro se meterá de lleno en la problemática de quienes, obligados a permanecer en casa, pierden todo recato y cuidado y ya ni se molestan en vestirse.
* Todos los virus el virus / “Casa tomada” (Julio Cortázar). ¿Por qué no reinterpretar a Cortázar? También podría preguntarse para qué reinterpretar a Cortázar, pero corren tiempos de necesidades y todo vale. Así, un escritor fantasma se meterá a fondo con Todos los fuegos el fuego, poniendo especial atención en el relato “La salud de los enfermos”; a la vez, el más célebre cuento de Bestiario servirá como alegoría de esta era, con la temida aparición del virus que va desplazando a una familia de habitación en habitación.
* Yendo de la cama al living (Charly García). En realidad a este no se le tocará nada: entre la canción del título y cosas como “No bombardeen Buenos Aires”, “Vos también estabas verde”, “Inconciente colectivo”, “Yo no quiero volverme tan loco” y “Peluca telefónica”, queda claro que Charly predijo el futuro como muy pocos.