En medio de una feroz pelea política que enfrenta al presidente, Jair Bolsonaro, con su ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, Brasil tuvo más de 200 muertos en 24 horas por segundo día consecutivo. Así suma 1736 víctimas fatales, con un crecimiento del 13% en un solo día. Un dato relevante es que el 27% de ellos son menores de 60 años y mo pertenecían a ningún grupo de riesgo. Brasil también confirmó más de 3000 contagios en las últimas 24 horas, lo que lleva la cuenta total hasta ahora a los 28.320 casos. Los especialistas consideran que el país más grande de América latina se encamina hacia una crisis sanitaria de proporciones.
Brasil es el principal país afectado de América Latina en cuanto a contagiados y fallecidos. San Pablo es el foco más importante de la enfermedad en el país. En ese estado ya se registraron 11.043 contagiados, casi el 40 por ciento de todo el país. El porcentaje en cuanto al total sube en relación a los muertos: 778 víctimas fatales, el 45 por ciento de todo Brasil. El segundo estado más afectado es Río de Janeiro, con 3743 enfermos y 265 muertos. Entre los contagiados figura el gobernador Wilson Witzel. Hay otro gobernador afectado: Helder Barbalho, del estado de Pará.
Más allá de los datos, Bolsonaro sigue pensando que se trata de una "gripe pasajera" y dio pasos decisivos para sacarse finalmente de encima al rebelde ministro de salud. Una ofensiva que incluyó desde amenazas abierta a sutiles operaciones de inteligencia.
La semana pasada, el enfrentamiento entre el presidente y su colaborador había llegado a su punto más alto, cuando Bolsonaro se hizo filmar mientras concurría a una panadería y se hacía atender por los empleados sin ninguna protección, contra todas las normas difundidas por los funcionarios de Salud. La evidente provocación adquirió otro cariz cuando Mandetta reveló ante sus íntimos que la panadería en cuestión está ubicada a pocos metros de su casa y es la que utiliza su familia, . Para el Ministro, que ya le comunicó a su equipo que sería echado en los próximos días, se trató de un claro mensaje personal del presidente y sus servicios de inteligencia-
Así lo interpretó también su mano derecha, el secretario de Vigilancia Sanitaria Wanderson de Oliveira, el encargado de diseñar la lucha contra la pandemia, que presentó esta tarde su renuncia al cargo por los sucesivos ataques del Presidente. "Aquí llegamos todos juntos y de aquí nos vamos todos juntos", le rechazó la renuncia el Ministro.
Habrá que ver por cuánto tiempo. La semana pasada los militares impidieron que Bolsonaro lo despidiera, pero un reportaje a la red de televisión O Globo realizado el domingo pasado le costó a Mandetta el respaldo de los uniformados. En esa entrevista, se quejó justamente de la visita presidencial a la panadería y reclamó un mensaje oficial unificado contra la pandemia. Para los militares, con esas declaraciones Mandetta "se pasó de la raya".
Hasta ahora, cada vez que le preguntabasn por su renuncia, el Ministro contestaba con un solemne "un médico no abandona a sus pacientes". Pero en estos dÍas Bolsonaro se sintió lo suficientemente fuerte como para responderle en un elocuente mensaje en su cuenta de Twitter: "Un médico no abandona a sus pacientes, pero un paciente puede cambiar de médico".