El grupo de ministros de Economía del G-20 realizó este miércoles una fuerte declaración conjunta en favor de las medidas extraordinarias de política económica para atravesar la crisis derivada de la pandemia del coronavirus. “Estamos determinados a no ahorrar en esfuerzos para proteger vidas, controlar a la pandemia, proteger los empleos e ingresos, apoyar a la economía global y reasegurar al sistema financiero. Hemos tomado medidas inmediatas y excepcionales, incluyendo un esfuerzo fiscal y monetario sin precedentes”, indica el documento. La reunión tuvo sede formal en Arabia Saudita pero se realizó a través de una videoconferencia. Participó el ministro de Economía argentino, Martín Guzmán. En conferencia de prensa, la titular del FMI, Kristalina Georgieva, fue consultada por la situación argentina y respondió comparándola con un paciente cuyos antecedentes lo vuelven más vulnerable al virus.
“Nos comprometemos a proveer la liquidez necesaria y dar apoyo financiero a las pequeñas y medianas empresas y a los individuos y hogares para mantener su empleo y e ingresos. Nos comprometemos a que los paquetes monetarios, cambios regulatorios y medidas fiscales aseguren la política macroeconómica correcta. Los bancos centrales deben estar preparados para hacer lo que haga falta para apoyar a las economías”, señala el documento que salió como resultado de la reunión de ministros.
A medida que avanza la crisis de la pandemia y los desafíos económicos son cada vez más grandes, queda en evidencia que la paralización de la actividad productiva a raíz de las medidas sanitarias tiene un carácter muy distinto en países ricos como Francia, Alemania y Estados Unidos, que en economías emergentes como Argentina, Brasil y Chile o en naciones pobres como Nigeria u Honduras. Los países industrializados cuentan con mayor infraestructura y capacidades en la gestión pública, amplísimos recursos fiscales y monetarios, monedas fuertes, soporte multilateral, bases sociales más sólidas, menor informalidad y mayor acceso a la tecnología. Todas esas condiciones se van degradando a medida que se reducen los indicadores de riqueza de los países.
En la actual etapa de la reorganización del sistema multilateral en pos de atender la crisis del coronavirus, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial coordinaron la postergación de los pagos de deuda soberana para los países más pobres, mayormente ubicados en Africa y en el Caribe. “Apoyamos la suspensión del pago de los servicios de deuda para los países más pobres”, señalaron los ministros de Economía que participan del G-20.
También se espera que aparezcan medidas concretas para atender la situación de un nutrido grupo de países de renta media que también enfrentan muchos problemas económicos, entre los cuales se encuentra la Argentina. En una conferencia de prensa, Georgieva comparó a la Argentina con un paciente que tiene condiciones iniciales de salud que lo hacen más vulnerable al coronavirus, como pueden ser los antecedentes respiratorios, arritmias o diabetes. “Es una situación difícil para todos y particularmente para los países que llegan a esta crisis con desafíos grandes. Tienen precondiciones que los hacen más vulnerables, con lo cual sufren más los efectos”, dijo la jefa del Fondo. Georgieva calificó de “muy apropiadas” la decisiones tomadas por el gobierno argentino y recordó que en medio de semejante crisis, está en ciernes la reestructuración de la deuda externa con los bonistas privados. El ministro Guzmán negocia con el Fondo un nuevo paquete de ayuda financiera además del cobro de los derechos especiales de giro, cuya emisión todavía no se concretó.
“Apoyamos la adopción de más medidas para ayudar a los
países con necesidades. La respuesta incluye el paquete de apoyo del FMI, implementar
el apoyo propuesto por el Banco Mundial y bancos multilaterales por más de 200
mil millones de dólares, teniendo en cuenta las vulnerabilidades de deuda de
los países de bajos ingresos”, indicaron los ministros del G-20.