En una entrega controlada, dos hombres -con relación de cuñados- fueron detenidos por confeccionar y vender falsos certificados de circulación. Los mismos se ofrecían a 500 pesos, como permiso para moverse en la vía pública en medio del aislamiento social preventivo y obligatorio. Los acusados ofertaban la documentación apócrifa -donde se indicaba un rubro de los que están exentos- a través de un perfil de Facebook y tras pactar el encuentro con el solicitante, los entregaban en la esquina de Lamadrid y Ovidio Lagos. El fiscal Mariano Ríos los llevará mañana a audiencia imputativa por el delito de falsificación de documento público, que tiene una pena expectativa de uno a seis años de prisión. Se busca establecer cuántas constancias se entregaron. 

Ante una denuncia que ingresó a la Fiscalía sobre el ofrecimiento de los documentos en las redes sociales, un personal policial del área de inteligencia de la Agencia de Investigación Criminal se hizo pasar por un interesado en adquirir un certificado falso y -tras escribir al perfil de Facebook- se comunicó con uno de los sospechosos por Whatsapp. En ese contacto, el agente le dijo al falsificador que no estaba incluido en ninguna de las tareas exceptuadas de cumplir la cuarentena, en el marco del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que dispuso el gobierno nacional, por lo que el ahora detenido le contestó que eso no sería problema y hasta le dijo en qué rubro quedaría encasillado. Así, se realizó una compra simulada. En ese caso, el certificado constataba el permiso para una personas encargada de "mantenimiento de servicio básicos y atención de emergencias", según reza el documento falso.

Así, en el momento de la entrega, uno de los sospechosos pudo ser arrestado por el personal de la Agencia que ya estaba apostado en el lugar. El muchacho tenía encima dos certificados truchos a su nombre: uno de asistencia a persona con discapacidad y otro que indicaba que realizaba reparto de alimentos, medicamentos y productos de higiene, entre los rubros que falsificaban.  

En tanto, el segundo detenido en la causa, que fue tomada por la Unidad Especializada Covid-19 de la Fiscalía Regional, fue apresado en un allanamiento realizado en calle Boman al 3000. Desde el Ministerio Público de la Acusación se indicó que los acusados fueron identificados como H. M., de 35 años; y A. G., de 37; ambos domiciliados en el lugar allanado de calle Boman, con relación de cuñados.

En tanto, se indicó que en el lugar allanado funciona un taller mecánico y un taller de fotografía, y se encontraron los elementos utilizados para el ardid: se secuestraron computadoras y otro material informático, una máquina para confeccionar códigos QR -que son leídos por un escáner al momento del control policial en la vía pública- y documentación de interés para la causa. Todo el material fue enviado a peritar. Los investigadores detallaron que los documentos apócrifos contaban con código QR, que al ser activado presentaba datos de alguno de los rubros exentos para poder circular; sin embargo, se pudo comprobar que esos datos eran falsos.