Primero fue el shock: teatros, cines, salas de conciertos y espacios culturales de todo tipo, cerrados sin excepción. Luego, para muchos fue la parálisis, la resignación, el miedo, la incertidumbre. Y aceptado lo inevitable, el paso siguiente es ver cómo se sigue. En muchos casos ese barajar y dar de nuevo que impone el parate por cuarentena supone también un momento para reflexionar sobre algunos ejes de su labor cultural y para sumar conocimiento. Desde esa perspectiva aparece Formar Cultura (https://formar.cultura.gob.ar/ ), una propuesta del Ministerio de Cultura de la Nación, que dirige Tristán Bauer, en torno a distintos asuntos nodales del quehacer artístico contemporáneo.

En Formar Cultura hay cuatro áreas centrales a las que se puede acceder –después de una simple alta como usuario-: “Aula”, “Bibiblioteca”, “Comunidad” y “Radar de carreras”. En la primera hay 28 ejes temáticos que incluyen cursos cortos, panoramas, cajas de herramientas y entrevistas públicas organizadas en videos y algún material de lectura. Todos realizados por profesionales de las disciplinas que abordan o por equipos de trabajo de distintas universidades de todo el país. Abordan desde cuestiones vinculadas al management de una banda de música o cuestiones de gestión de espacios culturales públicos y privados hasta disertaciones sobre el impacto de lo digital en la concepción de los proyectos contemporáneos, la incorporación de las perspectivas de género a estas iniciativas y hasta una introducción a la iluminación escénica.

El apartado Biblioteca, en tanto, incluye 21 documentos –libros e informes, en su mayoría de organismos oficiales-. Al comienzo de la lista está la Guía para el financiamiento público de la cultura y las artes (suerte de biblia de cualquier gestor cultural que aspire a encontrar apoyos oficiales a su tarea) pero el material disponible incluye desde mapas de situación sobre algún sector en particular (como la escena platense), experiencias de otros países de América Latina, cartografías de la cultura independiente, artículos sobre el rol de las universidades en el sector, guías prácticas y hasta estadísticas sobre los consumos culturales e intelectuales a niverl nacional. Todo está disponible para descarga. A veces son textos cortos, de menos de 20 páginas. Otras son libros de más de 200.

Finalmente, las últimas dos secciones tienen una proyección sobre el futuro. La primera, “Comunidad”, es una suerte de micro-red social para actores del campo de la cultura, que los anima a ponerse en contacto. La segunda “Radar de carreras” es justamente una guía de cursos, diplomaturas, licenciaturas y posgrados vinculados a la gestión cultural y dónde cursarlos. Y aunque se trata de la sección con menos interacción para lo inmediato, a mediano plazo puede demostrarse una de las más influyentes. Gran parte del contenido del portal es introductorio y los espíritus inquietos pedirán a gritos profundizarlo. Saber dónde y cómo será invaluable.