El problema de la discriminación racial en Estados Unidos ha sido reflejado en innumerables películas, principalmente encarándolo por el lado del drama y en muchos casos abusando de la sensibilidad del espectador con films históricos que muestran la crueldad de la época esclavista. Es por eso que resulta más que interesante la apuesta de Jordan Peele en ¡Huye! (Get Out), su opera prima como director y que también lo tiene como guionista, en la que construye una historia de terror que no solo toca la problemática desde una mirada más actual sino que además funciona como un relato que parece haber salido de una pesadilla. 

La película se centra en Chris, un joven afroamericano que está de novio con una chica blanca, y un día le toca conocer a sus futuros suegros, por lo que es invitado a pasar un fin de semana en su casa de campo en las afueras de la ciudad. Al principio, Chris piensa que el comportamiento demasiado complaciente de los padres se debe a su nerviosismo por la relación interracial de su hija, pero poco a poco empezará a notar que algo anda mal y una serie de descubrimientos cada vez más inquietantes lo llevarán a descubrir una verdad impensada.

Aprovechando su experiencia en la comedia, Peele logra combinar armónicamente un clima de suspenso y paranoia, que generan una situación de incomodidad permanente, con sutiles momentos de humor que sintetizan en una obra original y distinta que reivindica al clásico cine de terror. En este debut, el director obtuvo varias nominaciones y se alzó con el Oscar a Mejor Guion Original. Bonus track: la gran actuación de Daniel Kaluuya, en lo que fue su debut en un rol protagonista.

 ¡Huye! Disponible en Netflix.