Atlético Tucumán, que disfruta de un presente brillante mientras juega dos competencias al mismo tiempo con buenos resultados, volverá a centrarse en la Copa Libertadores para visitar esta noche en Montevideo a Peñarol, uno de los grandes de Sudamérica que pese a estar de capa caída siempre genera respeto por su glorioso pasado.
Los tucumanos ingresaron al cuadro principal del certamen después de sortear dos llaves complicadas en las fases clasificatorias –eliminaron a El Nacional de Quito y a Junior de Barranquilla– y debutaron en el grupo con un empate (1-1) ante Palmeiras, uno de los candidatos a pelear el título. “(Peñarol) Es un equipo muy duro, con una rica historia en la Copa”, advirtió el arquero Cristian Lucchetti.
La ausencia obligada de Leonardo Di Plácido, suspendido por acumulación de amarillas, será cubierta por Mauro Rosales, en tanto que la única duda del entrenador pasa por reforzar la zona de volantes con la presencia de Leandro González o Cristian Menéndez como socio ofensivo del goleador Fernando Zampedri.