En el Nuevo Gasómetro, San Lorenzo cayó derrotado por 1-0 ante Atlético Paranaense, en su segunda presentación en el Grupo 4 de la Copa Libertadores. El gol lo marcó el ex Huracán Lucho González.
En los días previos, el técnico uruguayo Diego Aguirre y sus jugadores hablaron de la urgencia del triunfo, para dejar atrás la goleada propinada por el Flamengo en el debut copero y mejorar sus chances en un grupo muy parejo, tal vez el único sin rivales débiles. Satisfacer esa necesidad se hizo cuesta arriba porque en el amanecer del encuentro, la visita se puso 1-0. Sidcley trepó por la banda izquierda y cerca de la raya de fondo sacó el centro atrás, casi al punto del penal, donde Lucho González conectó de cabeza para señalar el 1-0.
Reaccionó San Lorenzo en busca de la igualdad, pero le costaba demasiado perforar el prolijo vallado defensivo brasileño. Además, Weverton ofrecía buenas respuestas cada vez que lo exigieron.
Con el correr de los minutos y la falta de llegadas claras del local, la visita tomó confianza y cada vez que recuperaba la pelota producía efectivas maniobras de ataque. En una de las más claras, Lucho González tuvo el segundo ante Torrico como último obstáculo, pero su remate se fue por arriba del travesaño.
Para el complemento, Aguirre decidió tomar riesgos: metió a Rubén Botta por Corujo. Quedó con tres en el fondo y sumó desequilibrio en ataque. La apuesta no le alcanzó a San Lorenzo para conseguir la igualdad por la que hizo sobrados méritos –Blandi marró un penal y Weverton tuvo atajadas notables–, tantos que arrinconó en su campo a Paranaense, que en la segunda etapa sólo atinó a defenderse, más allá de algún contragolpe aislado en el que pudo haber estirado diferencias.