Los empresarios de distintas cámaras y rubros apoyaron la propuesta realizada por el gobierno para la reestructuración de la deuda. Destacan sobre todo la posibilidad de que exista un plazo de gracia durante los próximos tres años, dado que consideran que la situación argentina es crítica debido al arrastre recesivo, por lo que los recursos deberían destinarse a sostener el empleo y la producción. En caso de que la negociación con los bonistas fracasen, temen que impacte en el financiamiento para inversiones de capital.
“La propuesta es razonable, porque el dinero disponible hay que destinarlo a atender las necesidades sociales críticas que tiene hoy el país, y al mundo le pasa lo mismo”, dijo a PáginaI12 José Urtubey, directivo de la Unión Industrial Argentina (UIA). “Tengo la expectativa de que va a resultar exitosa, porque un default sería muy desventajoso para la financiación de las empresas”, agregó.
Por su parte, Pedro Cascales, de la Cámara de la Mediana Empresa (Came) aseguró que la propuesta es “sensata”, sobre todo en el marco internacional. “Es razonable la poda de intereses del 62 por ciento cuando en el mundo las tasas están cercanas a cero por ciento. Argentina venía pagando tasas exorbitantes”, opinó. Además, dijo que es “lógica” la propuesta de tener tres años de gracia: “Veníamos de una crisis y se va a agudizar por la cuarentena. Hay que sostener el trabajo y las pymes que generan empleo”.
En la misma línea, opinó Marcelo Fernández, presidente de la Confederación General Empresaria de la República Argentina (Cgera): “Los fondos que haya hay que destinarlos a la producción y al empleo, dado que los bancos se niegan; toda la cadena de valor está en serios problemas”. Sobre un posible default, dijo que no siente preocupación. “La urgencia de las pequeñas empresas es el mercado interno”, aseguró.
Damián Regalini, empresario textil y miembro de la Mesa de Unidad Pyme, también apoyó la propuesta. "El país no tiene energía, ni tiempo ni recursos para pensar en una deuda dudosa y de legitimidad discutible".Advirtió que si la negociación fracasa: "un default es desfavorable, vas a comprar una máquina a Italia y nadie te quiere financiar".