Alrededor de 30 trabajadores que se encargan de la cosecha de la soja y el trigo en la empresa CAISSA Sociedad Anónima no percibieron el sueldo correspondiente a marzo. La empresa, que tiene su planta de producción en la localidad de Urundel, en el departamento de Orán, no dio información sobre el motivo de la demora. Los trabajadores reclaman el pago inmediato y que la empresa explique la razón por la que aún no se hicieron efectivos los depósitos.
Ramón Álvarez, uno de los afectados, envió una carta a la empresa en la que expresó su “descontento y preocupación” por la falta de pago. Afirmó que los trabajadores no tienen "ninguna respuesta y necesitamos que nos abonen los sueldos para pagar nuestros impuestos. Todos tenemos familia y necesitamos alimentarlos”, dice uno de los fragmentos.
Álvarez tiene 55 años y está dentro de los grupos de riesgo por el Covid-19, ya que es hipertenso. Contó a Salta/12 que eso le impide movilizarse y que por esa razón dio a conocer la carta.
El trabajador aseguró que no cuentan con respaldo sindical para que los defienda, por lo que se sienten “totalmente desamparados”. “Ahora, por la situación que todos estamos pasando, también todos tenemos necesidades”, aseveró. Manifestó que no pueden recibir ningún tipo de ayuda por parte del Estado nacional, como el Ingreso Familiar de Emergencia, porque figuran como trabajadores activos.
Por su parte, la esposa de uno de los trabajadores, Fabiana Martínez, contó que la empresa ubicada sobre la ruta nacional 34, a 5 kilómetros adentro de Urundel, “no dice nada”. “Los trabajadores van todos los días al cajero a ver y nada”, aseguró.
Martínez contó que en diálogo con otras familias se enteró que algunas tuvieron que recurrir a préstamos para comprar la mercadería de estos días. “Tenemos la plata justa con los sueldos”, insistió. "Nos damos vuelta como podemos. Yo tengo dos hijos que también están en la finca, pero ellos ya no viven conmigo y ahora colaboran con la mamá y el papá porque nosotros no tenemos”, relató.
Su esposo trabaja hace 39 años en la empresa y aún le faltan 4 años para acceder a la jubilación. Martínez afirmó que los directivos de CAISSA “no pueden decir que es por falta de dinero, porque ellos están vendiendo soja y trigo como para que ahora aduzcan que no tienen fondos”.
“No podemos seguir soportando, porque es mucho, la situación es triste”, lamentó. “Yo me intenté inscribir en el bono nacional, y nada. Mi marido figura en blanco”, contó Martínez.
Álvarez, por su parte, consideró que hoy la empresa “no está al lado de sus trabajadores” y “nos ven como esclavos, no como obreros que les trabajan a sol y sombra”. Para el trabajador, no se tiene en cuenta las deudas y gastos que tiene cada una de la familias de los contratados.
“En este momento da pena ver a todos los compañeros rurales, madereros preguntándonos cuándo vamos a cobrar. Algunos empezamos a empeñar cosas para poder comer”, sostuvo y consideró "una vergüenza" que una firma "multimillonaria, como la empresa CAISSA, no le pueda pagar el sueldo a los pocos trabajadores que tienen”.