Para romper la monotonía de un domingo de cuarentena, el club Banfield subirá desde las 12 horas en sus redes sociales el documental "El Garrafa, una película de fulbo", que retrata la vida del emblemático ex número diez José Luis Sánchez, ídolo del Taladro, Laferrere y El Porvenir.
"Con la zurdita los volvía locos a todos", recuerda un vecino en el documental dirigido por Sergio Mercurio, cuyo estreno cumple ocho años. El evento fue realizado en el mismo Florencio Sola ante 4.200 hinchas de las tres parcialidades que reverencian al número diez, fallecido en un trágico accidente de moto en 2006 a los 31 años de edad.
"Loco me decían porque me gusta la velocidad, y tenía una moto con escape libre, y me veían pasar a los piques", explicaba en la película Sánchez, de inconfundible apodo debido a que su padre se dedicaba a vender garrafas de gas, un oficio que el futbolista también compartió por momentos.
Jugador de potrero, Garrafa llegó a Deportivo Laferrere cuando tenía 15 años. Debutó en 1994 y, un año después, se rompió la rodilla, lo que por siempre le quitaría la velocidad, aunque no sus extraordinarias gambetas y mañas. Disputó cuatro temporadas como profesional hasta pasar a El Porvenir en 1997, donde se consagró con el ascenso a la B Nacional.
Tras un fugaz paso por el
fútbol uruguayo, fue vendido a Banfield, club en el que deslumbró, convirtiéndose en la figura del equipo y devolviendo al cuadro del sur a
Primera División en 2001 para debutar en la máxima categoría con 27 años. Estuvo en el Taladro hasta 2005, y luego retornó a Laferrere, donde nunca llegó a retirarse.