El fantasma de las economías en jaque a causa del coronavirus también recorre el universo del fútbol. Lo cierto es que el secretario general de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), Sergio Marchi, salió este sábado a criticar con dureza a los especuladores que también habitan las canchas del deporte de la pelota, advirtiendo que la pandemia de coronavirus puso "en juego a la industria del fútbol" y reclamando "responsabilidad" a la dirigencia, para salvar las fuentes de trabajo de todos los actores del sector.
El jefe del sindicato de jugadores reclamó como prioritario "resolver el mes de abril -en términos salariales- para que los trabajadores no sientan más angustia", y criticó a quienes se preocupan por lo deportivo, entre ellos al propio presidente de la FIFA, Gianni Infantino, al considerar que tienen "un pensamiento corto". "Ahora es momento de pensar cómo proteger a los que trabajan en el fútbol. Una vez que podamos mover la pelota, podremos sentarnos y decir qué campeonatos queremos o qué calendarios, pero plantearlo en el escenario que estamos viviendo es de un pensamiento bastante corto", razonó en una nota con radio La Red.
"La FIFA hizo un pobre papel. El presidente hizo declaraciones demagógicas cuando dijo que había que aprovechar este contexto para generar competencias con menos partidos, y menos equipos para encajar los calendarios. En medio de una crisis como esta, hay que ser generoso y pensar cómo generar trabajo", agregó.
Marchi propuso un análisis más profundo del contexto y criticó "la ideología capitalista y neoliberal" del fútbol mundial, que demostró "un sistema endeble" para enfrentar la crisis por la emergencia sanitaria. "A menos de un mes de haber parado la pelota, los grandes monstruos de Europa dicen que no pueden pagar y después das vuelta la página y ves que quieren comprar jugadores por 100 millones de dólares", señaló.
"Hoy se pone en juego la industria del fútbol porque no se ve la luz al final del túnel -definió el secretario general de FAA-. Nosotros estamos dispuestos a acompañar en la construcción de un fútbol digno y decente, pero de ninguna manera a poner en riesgo las fuentes de trabajo para sembrar más incertidumbre y angustia".
El dirigente analizó puntualmente la realidad del fútbol nacional y le pidió a la dirigencia "compromiso, responsabilidad y generosidad" para proteger a los trabajadores, virtudes que reconoció en la AFA pero no en todos los clubes. "Quiero resaltar algo importante: la AFA le adelantó los pagos a los clubes dos o tres días antes de lo habitual para que volcaran el dinero a los trabajadores antes de los feriados de Semana Santa y pidió expresamente que le pagaran a todos. Pero después vimos que algunas personas han hecho todo lo contrario", denunció.
Y no se quedó allí. En la descripción que ofreció, Marchi se refirió a la hipocresía y a las desigualdades que, al igual que en el fútbol mundial, también son parte del deporte en Argentina: "Hay clubes que hoy están pagando contratos refinanciados de 2018; otros que no terminaron de pagar diciembre; otros que no terminaron de pagar enero; otros que no pagaron febrero y otros que ya pagaron marzo. Curiosamente, lo que llama poderosamente la atención, es que los que pagaron marzo son los clubes más humildes que terminan peleando el descenso, y quizás los que no hacen las cosas bien son los que terminan peleando el campeonato o la clasificación a una copa. Hay clubes que le deben a los jugadores desde antes, que no le echen la culpa a la pandemia".