Son las diez de la mañana del jueves y Dana ya pedaleó hasta zona norte a buscar los tapabocas que Martina hace con su pareja, para entregarlos en el centro. Se contactaron a través de la página de Facebook Mujeres Trabajando Rosario y pensaron que sus tareas podrían complementarse. A un mes de la cuarentena obligatoria, mujeres y diversidades sexuales se reinventan en un momento complejo para la economía y sobre todo para la producción local. Tapabocas, cadetería, alcohol en gel, carta natal, impresiones a domicilio, libros, apoyo escolar, clases de canto e idiomas online, juguetes de madera a domicilio, productos de mercería, comida y sahumerios son algunos de los productos y servicios que en los últimos días circulan en la página que funciona como red sorora, con oferta y demanda, pero sobre todo con un mensaje claro de que "estamos para nosotres" y que "la salida es colectiva".
"Hola! necesito imprimir unas etiquetas pequeñas para mi emprendimiento"; "Si necesitan mercadería de mercería, me avisan"; "Estamos realizando tapabocas bicapa reversibles y reutilizables". Los mensajes se multiplican. El último es de Martina, que hace tres años llegó desde Buenos Aires con su título de psicóloga. Primero se instaló en Granadero Baigorria y ahora vive con Soledad, en Funes. "Ejercer me resultó complicado porque siempre que hay crisis económica lo primero que recortan las personas son los gastos de salud mental, para cubrir otras necesidades. Por eso, hace cuatro años que venimos con un emprendimiento de costura. Nos animamos con algunas máquinas de familiares y arrancamos para vender en ferias y demás, como un complemento a los ingresos", contó sobre su marca Blue is Banana. También hicieron trabajos de albañilería y hasta muebles con reciclado de palets.
La posibilidad de hacer tapabocas surgió frente a la obligatoriedad de uso social que rige desde la semana pasada y al pedido de hacerlos caseros para no generar faltante de aquellos que son exclusivos para personal de la salud. "Los hacemos bajo las recomendaciones que hace la Organización Mundial de la Salud. Fue casi una demanda de quienes conocen nuestro trabajo, que nos empezaron a preguntar. La idea es desde el inicio poner un precio accesible. Incluso donamos algunos y lo seguiremos haciendo porque sabemos que hay gente que no puede comprar y la está pasando peor, como muchas personas de la comunidad trans", dijo.
De esa idea de ayudar a otres surgió también el contacto con Dana, la Femi Cadeta que ofrece sus servicios en la misma página de Mujeres Trabajando Rosario, que reúne más de 3.600 miembrxs. "Quería que sea alguien que esté en una situación similar, que se genere trabajo a otras personas y ella tiene todos los permisos para circular", señaló Martina.
La Femi Cadeta es fotógrafa de eventos y también vio que sus ingresos se verían complicados. Ahora ofrece un "precio amigable para emprendedoras que precisan seguir despachando sus productos". Lo que sostiene a bordo de su bici es un servicio de cadetería autogestionada y ecológica. "Vamos, que entre las pibas podemos", escribió días atrás para agradecer que una clienta le regaló un tapaboca porque en el camino perdió el suyo. "Tramité el permiso y a través de las redes de trabajadoras pude difundir lo que hago. Nos ayudamos entre las mismas emprendedoras, apoyamos la producción local y es genial todo lo que hay", aseguró sobre lo que le toca repartir. "En momentos como éste se ve mucho el compañerismo, esta red, la sororidad, el ayudar a las que necesitan", celebró. "Las cadetas mujeres somos pocas y lo que yo ofrezco es un precio justo para que todas puedan seguir vendiendo sus productos", aseguró Dana, que arranca todas las mañanas a las 8.
Los lazos se crean dentro del grupo, con tareas de unes para otres, y la economía se mueve. Bárbara Rivero, administradora de Mujeres Trabajando Rosario, celebró una vez más el espacio que creó hace dos años, en medio de la crisis macrista. "Ya sabemos cómo nos trató esa época a las mujeres y disidencias; y hoy esto funciona a través de la reinversión y de las formas que vamos encontrando para seguir trabajando. En este espacio estamos unides y nos sostenemos como red para promocionar y ayudar", dijo la creadora, actriz, acróbata y profesora de danza, que vive de las clases presenciales, y ahora apuntó también a un público internacional, de manera virtual. Frente a la incertidumbre, se esperanzó: "Será un tiempo para repensarnos como un todo, con empatía y cooperación".