El fiscal federal Eduardo Villalba presentó a través de una videoconferencia la acusación contra cuatro policías de la Subdelegación Orán de la Policía Federal por los delitos de asociación ilícita, concusión, robo, abuso de autoridad y tráfico de estupefacientes.
Los federales Helvio Rodrigo Reyes, Gonzalo Damián Díaz (Wichí), Robinson Sebastián Orellana y Nicolás Rivero están siendo investigados en el marco de una denuncia presentada por un comerciante oranense que dio cuenta de que estos policías realizaron un falso procedimiento y le sacaron $50 mil y 53 kilos de hojas de coca.
La hoja de coca se consume masivamente en Salta y Jujuy, pero se importa desde Bolivia. Con las restricciones por la cuarentena del coronavirus, está escaseando en el territorio nacional, donde no se la cultiva, con lo cual su precio subió considerablemente y viene motivando acciones de contrabando en la frontera, y también de persecución penal.
La formalización de la investigación en la Justicia Federal se hizo el viernes último, ante el juez federal de Garantías de Orán, Gustavo Montoya, la defensa y los propios acusados. Se dispuso la prisión preventiva por 30 días para los policías Reyes y Díaz y medidas de coerción para los otros dos. El Ministerio Público Fiscal federal informó que en la audiencia se autorizaron una serie de diligencias investigativas que se llevarán adelante con el propósito de "alcanzar a otros posibles implicados".
Según se pudo establecer en la investigación, en los primeros días de este mes el comerciante, dueño de un local de comida y conocido vendedor mayorista de hojas de coca en Orán, subió a las redes sociales una oferta de esta mercadería. Así fue contactado y acordó hacer la transacción en la avenida Fassio, en cercanías a un corralón de esa ciudad.
Uno de los acusados, que andaba en camioneta, ascendió al automóvil del comerciante con una mochila donde supuestamente llevaba el dinero para concretar la operación.
En eso estaban cuando apareció un vehículo no identificado de la Policía Federal, del cual descendieron efectivos, solicitaron la documentación del vehículo del comerciante y terminaron llevándose 53 kilos de hojas de coca que tenía el vendedor más $50 mil que llevaba encima, además de la mochila con el supuesto dinero que llevaba el hombre de la camioneta, que se había presentado con el apellido “Rueda” y sería Willy Rueda, un alias de Helvio Reyes.
Cuando hizo la denuncia el comerciante contó que los policías federales se llevaron el dinero y las hojas de coca a cambio de no secuestrar los vehículos de ambos, pero en realidad fue un montaje armado por los federales para apoderarse de la mercadería verde y, de paso, con la plata que llevaba encima.
El 16 de abril pasado hubo varios procedimientos en el marco de la investigación, en la que interviene la PROCUNAR (Procuraduría de Narcocriminalidad), entre ellos, allanamientos en la sede de la División Antidrogas de la Policía Federal en Orán, en las viviendas de los acusados y fueron detenidos.
En la audiencia el fiscal sostuvo que los acusados “conformaron una organización dirigida a poner los recursos del Estado en provecho propio”. Y destacó que son “efectivos cuya foja de servicio evidencia una evidente inactividad en materia investigativa, aunque sí una rapidez para delinquir aprovechándose de la función pública en ellos confiada por los vecinos de Orán”.
Al enumerar las pruebas, reseñó también que se colectaron indicios de movimientos de los acusados en provincias limítrofes y en Bolivia, lugares que habrían visitado afirmando que lo hacían en calidad de comisionados de autoridades judiciales. Por ahora un juez ya desmintió que los hubiera comisionado, pero la investigación continúa.
Villalba señaló que los federales manipulaban oficios judiciales con los cuales “se abrían paso en provincias vecinas. Por ejemplo, se pudo establecer que intentaron ingresar a Formosa con un oficio judicial del juez Montoya, pero el mismo ya había perdido vigencia”.
Una costumbre ancestral
La hoja de coca se consume en el norte argentino desde tiempos ancestrales. Además del coqueo, también se la consume en infusiones como un digestivo. En los pueblos andinos, que la consideran una planta sagrada, tiene también otros usos, como el religioso.
La legislación argentina contempla la tenencia y consumo de la hoja de coca en el artículo 15 de la 23.737, que pena el tráfico y venta de estupefacientes. "La tenencia y el consumo de hojas de coca en su estado natural destinado a la práctica del coqueo o masticación, o a su empleo como infusión, no será considerada como tenencia o consumo de estupefacientes", establece la ley.
Sin embargo, hay un vacío, porque la legislación no contempla ni el transporte, ni la importación, ni la comercialización de este producto, que se vende abiertamente en kioscos y comercios de todo el territorio de Salta y Jujuy, y de otras provincias del NOA, sin ninguna normativa sanitaria. Por la costumbre, habitualmente las fuerzas de seguridad suelen permitir el transporte de una cantidad pequeña de hojas de coca, medio kilo en algunos casos, un kilo en otros. Pero, al no estar establecido en la normativa, depende del criterio de los controladores.