Durante esta semana, las noticias en materia de ciencia y tecnología no nos dan respiro. Ello, de por sí, constituye un síntoma positivo ya que, poco a poco, la ciudadanía y las autoridades comienzan a comprender la centralidad que tienen las políticas de CyT en diversos ámbitos para el progreso del país. Entre otros, para la salud.
En Argentina se han difundido múltiples avances. Por un lado, supimos de un grupo de científicas y científicos de cinco centros de investigación públicos que trabajan en la producción de herramientas moleculares
. Instrumentos que servirán para el diagnóstico, el tratamiento y la vacuna contra el Covid-19. En simultáneo, se abrió un frente de lucha a partir de un proyecto encabezado por instituciones médicas que comenzarán a experimentar con la transfusión de plasma sanguíneo
de personas curadas a los enfermos con el patógeno. Esta técnica tuvo éxito en algunos casos alrededor del mundo y los nuestros cráneos la están siguiendo bien de cerquita. Nos hicimos eco, además, de estudios preliminares que contribuyen a pensar en qué medida la psicología
y la inteligencia artificial
–cada una por su lado– pueden contribuir a entender aspectos ocultos que subyacen a la pandemia. Del mismo modo, no dejamos de contarte los detalles sobre la perspectiva comunicacional que Omar Rincón
, uno de los principales referentes del campo en Latinoamérica, hilvana sobre la manera en que los medios relatan esta actualidad de excepción. Entre lo espectacular y lo miserable.
También te contamos con alivio cómo la compañía cordobesa Tecme, líder en el desarrollo y fabricación de respiradores
mecánicos para salas de terapia intensiva, redoblará sus esfuerzos para garantizar una “entrega acelerada” de sus productos. Desde el 25 de marzo, la firma solo tiene permitido comercializar con el Estado nacional. Problemas complejos requieren de estrategias de mitigación y prevención complejas. Argentina lo sabe y su sistema científico y tecnológico actúa en consecuencia.
Más allá del nudo económico que el gobierno deberá desatar –en la medida en que muchas de las actividades productivas se han estacionado durante el último mes– el otro eje que preocupa es la reestructuración del calendario educativo
en todos los niveles. Desde aquí, la modalidad virtual implica nuevos desafíos
. Algunos docentes se llevan mejor con las pantallas que otros, algunas plataformas van mejor que otras, algunos procesos de aprendizaje tienen más éxito; pero hay una situación ineludible sin distinción: todos y todas se deberán acostumbrar al ritmo que parece establecer la cuarentena. Un confinamiento de largo aliento
que se irá aflojando en etapas conforme transcurra al pico y el gobierno evalúe la obtención de buenos resultados. Como apunta el referente Pedro Cahn: “Paciencia y compromiso”, eso se requiere.
Hemos aprendido, gracias al aporte de las ciencias sociales, que los acontecimientos que se desencadenan en el plano doméstico tienen que ser examinados a partir de su inserción en un paisaje de dinámicas geopolíticas de mayor alcance. Te contamos que EEUU suspendió temporalmente su apoyo a la OMS
y, en ese movimiento, suscitó las críticas de otras naciones centrales
por el abandono del barco en plena crisis. Mientras tanto, esta semana saldrá el primero de una serie de vuelos que Aerolíneas Argentinas realizará con destino a China para traer insumos sanitarios
(respiradores, máscaras y trajes). Este intercambio surge en el marco de un acuerdo que hizo Alberto Fernández con su par chino, Xi Jinping. Piezas que se acomodan y reacomodan en el tablero. Un tablero apoyado sobre un pantano global con fichas que se deshacen antes de ser desplazadas por los propios competidores.
Los periodistas escribimos nuestras notas pensando en un público activo, pero nunca nos imaginamos que la resignificación de los mensajes producidos generase una respuesta tan sistemática por parte del público. Los lectores se transforman en productores y, solo de este modo, la comunicación mediática adquiere sentido. Por este motivo, estamos muy contentos con una nueva nota realizada por un equipo de soci@s y científicos
. En este caso, un grupo de especialistas del Instituto Balseiro, el Conicet, la CNEA y la Universidad Nacional del Comahue describen y analizan cómo impactaron las medidas del gobierno argentino en la contención del coronavirus. Un aporte valioso por partida doble.
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