Unas 243 millones de mujeres y adolescentes de entre 15 y 49 años de todo el mundo, sufrieron violencia sexual o física de un varón de su entorno en los últimos doce meses. “Con el avance de la pandemia del Covid-19, es probable que esta cifra crezca con múltiples efectos en el bienestar de las mujeres, su salud sexual y reproductiva, su salud mental y su capacidad de liderar la recuperación de nuestras sociedades y economías”, dijo la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, sobre lo que define como “la pandemia en las sombras”, y declaró que los bajos índices de denuncia por violencia doméstica se complejizaron en la crisis sanitaria.
Hasta la eclosión del coronavirus, menos del 40 por ciento de las mujeres que sufren violencias buscaban ayuda o denunciaban el delito, y menos del 10 por ciento recurrían a la policía. “Las circunstancias actuales complican todavía más la posibilidad de denunciar, lo cual incluye las limitaciones de las mujeres y las niñas para acceder a teléfonos y líneas de atención, y la alteración de servicios públicos como la policía, la Justicia y los servicios sociales”, advirtió Mlambo-Ngcuka. “Es posible que esa alteración también ponga en riesgo la atención y el apoyo que necesitan las sobrevivientes, como la gestión clínica de las violaciones y el apoyo psicosocial y para la salud mental. Además, se fortalece la impunidad de los agresores.” La Justicia no estaría de parte de las víctimas: uno de cada cuatro países, resaltó, no tiene leyes que las proteja específicamente contra la violencia doméstica.
La “pandemia en las sombras” podría engrosar el impacto económico del coronavirus, y seguir aumentando una vez superado el pico de contagio. “El aumento de la violencia contra las mujeres -concluyó la funcionaria- se debe solucionar de manera urgente con medidas integradas en el apoyo económico y paquetes de estímulo.”