México elevó el nivel de la alerta sanitaria y decretó la extensión de la cuarentena hasta el 30 de mayo frente a una preocupante aceleración de los contagios de la covid-19 en el país. El presidente Andrés Manuel López Obrador busca sostener un delicado equilibrio entre salud y economía, mirando de reojo la catástrofe de su vecino Estados Unidos y luego de recibir duras críticas por haber demorado su respuesta a la pandemia. Hasta el momento, el sistema de salud responde a la demanda aunque surgen problemas como la falta de personal e insumos esenciales.
En el otro frente de batalla, el gobierno federal encarna una fuerte disputa económica con las grandes corporaciones del país, que solo reclaman medidas favorables a sus intereses: exenciones impositivas y emisión de deuda. La respuesta de López Obrador a esos grandes poderes va en sintonía con el discurso llano que utiliza en las "mañaneras", sus conferencias de prensa diarias: "No es que se abandone a los que tienen más posibilidades económicas, es que tenemos que darle preferencia a los más necesitados". A casi dos meses de la llegada del coronavirus a México, el país registra al menos 8.772 contagios y 712 muertes.
En México se decretó la llamada Jornada Nacional de Sana Distancia el pasado 23 de marzo. Ésta contempla la paralización de actividades no esenciales, la suspensión de clases y es además un enfático pedido para que la gente se quede en casa o circule lo menos posible. Pero la cuarentena no es obligatoria para no afectar a los millones de trabajadores informales del país que se ven obligados a salir a la calle para subsistir. En esos casos no se prevén multas económicas, aunque sí las hay para aquellas empresas de sectores no esenciales que obliguen a sus empleados a trabajar.
Para el director del Centro de Derechos Humanos Tlachinollan, Abel Barrera Hernández, esa flexibilidad no es aconsejable en un país como México. "No sólo hay que hacer llamados a la población, debe haber acciones y actuaciones coordinadas para aquellas personas que no atienden la petición de quedarse en casa. Debe hacerse una estrategia de comunicación cercana a la gente de cada región", destacó Hernández en diálogo con PáginaI12.
La salud, entre la voluntad y las carencias
"Queremos dar por iniciada la fase tres de la epidemia de covid-19, recordando que estamos en la fase de ascenso rápido, donde se acumularán un gran número de contagios y hospitalizaciones", dijo este martes el subsecretario de Salud de México, Hugo López Gatell, encendiendo las alarmas. Las propias autoridades de la cartera lo reconocen: México tiene un déficit importante de trabajadores de la sanidad. El país debería tener 3,4 médicos cada mil habitantes, y no tiene más de 1,6. Frente a ese panorama, el 4 de abril el gobierno anunció el inicio de una campaña para reclutar a 6.600 médicos y 12.300 enfermeras que empieza a dar sus frutos.
Aunque el país también registra una falta de insumos médicos en hospitales públicos. Atendiendo a esa situación, una interesante propuesta de López Obrador fue presentada ante la ONU por Juan Ramón de la Fuente, representante permanente de México ante el organismo internacional. "Se hace el exhorto a los Estados miembros de la ONU a que adopten medidas inmediatamente para evitar, dentro de sus respectivos marcos jurídicos, la especulación y el almacenamiento indebido que puedan obstaculizar el acceso a los medicamentos esenciales, las vacunas, el equipo de protección personal y el equipo médico", sostiene la iniciativa presentada días atrás, que ya cuenta con el apoyo de 161 países miembros.
México entendió que de esta crisis solo se puede salir si aportan su grano de arena todas las instituciones de salud del país. En ese sentido, López Obrador encaró una misión imposible para varios gobiernos regionales: conseguir la colaboración de la medicina privada. "Todos juntos contra el COVID-19" es el nombre del programa con el cual se acordó que los hospitales privados pongan a disposición del gobierno 3.115 camas para derivar a unos 12.500 pacientes del sector público que no estén afectados por el coronavirus.
De cara a los desafíos frente al pico de la pandemia, esperado entre el próximo 8 y 10 de mayo, Abel Barrera Hernández advirtió que "Hay un vacío de autoridades porque no vemos a los trabajadores de salud, los ayuntamientos y los diversos cuerpos de seguridad y tránsito actuando de forma coordinada. Replican lo nacional, cuando se debe hacer un diagnóstico de acuerdo a las dinámicas regionales". Hernández remarcó que ante la covid-19 se deben focalizar las acciones y no sólo aplicar medidas generales, porque cada región tiene sus particularidades.
La feroz disputa por la economía
Intentando inyectar un poco de optimismo a la población, López Obrador llamó a "esperar y tener confianza" pese a que el FMI pronostica que la economía nacional caerá este año un 6,6 por ciento. El mandatario entiende que el país posee varias ventajas que le permitirán recuperarse rápidamente de esta pandemia. El renovado tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que debería entrar en vigencia este año, y la "excelente" relación que asegura mantener con su vecino y principal socio comercial, Estados Unidos, son sus mejores cartas. El propio presidente de izquierda aseguró el viernes que Donald Trump se comprometió a entregarle al menos mil respiradores hacia fines de abril.
Pero el plan económico de López Obrador para enfrentar esta crisis recibe fuertes críticas del sector empresarial. Entienden que su programa se basa en la ayuda económica a las clases más golpeadas, ignorando a las grandes empresas. La semana pasada, una conferencia virtual que no aceptaba la participación del gobierno reunió a 4 mil líderes empresariales del país. "No se anunció ningún nuevo plan económico y ningún ajuste, lo que decepciona a los dueños de negocios que esperan más apoyo", señaló el Bank of America en un reporte dirigido a sus clientes. "Enfáticamente el presidente rechaza medidas contracíclicas y emitir más deuda, y planea seguir haciendo lo mismo", agregó la corporación bancaria estadounidense con actividad en México.
La diputada del oficialista Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Laura Imelda Pérez Segura, reconoció las dificultades a las que se expone el país. "La desaceleración económica mundial se agudizó con la llegada de la covid-19 a los países de todo el mundo. Frente a ello, las medidas de austeridad y de disciplina fiscal serán prioritarias", le contó a este diario.
"Se hará entrega de un millón de créditos a negocios urbanos tanto formales como informales para apoyar al sector de la economía menos favorecida, además del adelanto de apoyos sociales que desde su diseño han sido enfocados a la población más vulnerable", destacó la diputada. Días atrás, López Obrador hizo suya una frase del papa Francisco: "Seremos juzgados según nuestra relación con los pobres". Ese parece ser el camino a seguir por el gobierno mexicano frente a una pandemia que acelera su ritmo peligrosamente.
Informe: Guido Vassallo.