La mayoría de las mujeares que son madres son también trabajadoras fuera de casa y ese malabarismo, sumado al poco tiempo de licencia que gozan, vuelve la tarea agobiante y totalmente inequitativa con los varones. En la Argentina, las licencias por maternidad son de 90 días cuando la Organización Mundial de Salud recomienda seis meses de lactancia exclusiva. Los proyectos presentados en el Congreso con la intensión de alargar las licencias suman alrededor de 90, pero fueron cajoneados sistemáticamente, y desde el gobierno de Mauricio Macri ya adelantaron que no tienen intenciones de ampliar los días que ya existen porque afirman que se prioriza la productividad. 

En nuestro país, casi la mitad de los hogares está a cargo de una mujer. Según la  Encuesta Anual de Hogares (EAH) de la Ciudad de Buenos Aires, los hogares con jefatura femenina son el 40,1 por ciento, ya el Censo Nacional de 2010 había relevado que 4.200.000 mujeres son jefas de hogar (el 37 por ciento de los hogares del país). Además de la falta de licencias acordes con las necesidades de crianza, las mujeres que son madres en muchas ocasiones no tienen dónde dejar a sus hijxs cuando vuelven a trabajar. La ley que afirma que son obligatorias las guarderías laborales cuando la planta supera el número de 50 mujeres no se cumple, las niñeras son demasiado caras para muchas mujeres y tampoco ayuda la falta de vacantes para maternales en la Ciudad de Buenos Aires. En 2016 once mil chicos se quedaran sin vacantes en la Ciudad. 

Ante la falta de respuestas del entorno, Internet y los grupos cerrados de Facebook se vuelven un refugio para muchas, para su soledad y para los mandatos sociales que a veces juzgan los nuevos modos de crianza que implican dar la teta a libre demanda, colechar, portear, no dejar llorar nunca al bebé, mientras no pueden quedarse el tiempo suficiente con sus hijas e hijos, y tienen tantas dificultades para encontrar dónde dejarlos cuando vuelven a trabajar. 

“Para saber con quién parimos” es un grupo cerrado de Facebook con más de 5 mil miembrxs, que en la práctica se volvió un bastión contra la violencia obstétrica. Creado por Verónica Marcote, puericultora y doula; allí circulan relatos de parto, información sobre una gran cantidad de obstetras, parteras y clínicas y denuncias de todo tipo y tenor, así como también un registro de parteras/obstetras y experiencias buenas o malas con ellxs. Para muchxs, PSCQP se volvió una herramienta para hacer valer el derecho a un parto respetado así como una gran fuente de conocimiento de temas que no se abordan hasta que la vida no los pone frente, como los estudios necesarios durante el embarazo o los cuidados esenciales que necesita el bebé apenas nacido. 

Otros grupos muy visitados son “La crianza con apego es mi forma de cambiar Argentina”, “Post Parto”, “Crianza en brazos” o “Crianza Fisiológica con Melina Bronfman”, la doula que defiende con pasión la lactancia y rechaza los métodos intervencionistas. En estos grupos  puede encontrarse un fluir cotidiano de consultas, consejos, recomendaciones e historias de vida, mujeres que preguntan cómo manejar la relación conflictiva entre hermanos, qué hacer frente a una depresión post parto, cuáles son los métodos exitosos para poder amamantar durante largo tiempo o para hacer que el bebé duerma toda la noche. 

La preocupación por la crianza también se puede leer en Internet, en sitios con crónicas que rompen mitos sobre la maternidad como Mamá Mala, o el reciente El cielo del mes creado por Marina Gersberg con relatos, imágenes, poesía y anécdotas.