Hace un tiempo, el año pasado, estaba preparando un curso intensivo sobre la función poética en hechizos, rezos y rituales, lo titulé Incanto porque de en-cantar se trataba. Tenía mucho material al respecto pero quería leer más, adentrarme aunque no fuese a dar ese contenido específico, en el universo de las llamadas “brujas”, su visión del mundo y la política de dominación que las llevó a la hoguera o al silencio. En esta búsqueda y gracias a la recomendación de una amiga me encontré con Brujas. La potencia indómita de las mujeres de Mona Chollet. Este libro trascendió mis expectativas de información para llevarme a un mundo de preguntas y reflexiones. ¿Quiénes son brujas? ¿Aquellas que hacen pócimas, curan el empacho con frases sagradas, convierten a niñxs en animales o podemos ser brujas otras cuerpas independientes, desobedientes y obstinadas?

En estas líneas Mona nos muestra tres prejuicios condenatorios que hasta el día de hoy persisten sobre las mujeres, cuerpas donde se inscriben los castigos del poder. Primero la mujer independiente, la bruja que no precisa marido que la proteja o avale, la bruja que vive apartada en el bosque y como está sola es fea, oscura, espíritu del mal. En segundo lugar, la mujer que rechaza tener hijes, que decide sobre su cuerpa y por lo tanto les odia, les mata para hacer sus hechizos o como la bruja de Hansel y Gretel les engorda para la cena. Finalmente, la anciana, no la sabia, sino la vieja vinculada con la antibelleza, belleza cuidada para el ojo macho que busca cutis sin arrugas y medidas ajustadas a una regla que reprime el placer.

El patriarcado se encuentra con la bruja que escupe sus mandatos, que se va sola al bosque, que decide no tener hijes ni marido y la castiga. Indómito viene de indomitus que significa en latín no domable, salvaje pero también significa invencible al contrario de domitus que expresa lo sometido. Matar, silenciar, encerrar son algunos de los métodos del sometimiento. Pero las brujas siguen presentes, son todas esas, estas, aquellas mujeres independientes, sabias, poderosas e indómitas como la naturaleza. A lo largo de la historia han sido sometidas debido a su poder indómito que ni un sistema aniquilador como el patriarcado ha podido eliminar, un poder que es rebelde pero también es furioso y múltiple y como múltiple se regenera constantemente, tan salvaje como la naturaleza a la que, y esto no es casualidad, también el sistema patriarcal intenta domar, no consiguiéndolo por supuesto, porque la naturaleza con furia le devuelve catastróficamente todo el abuso que el capitalismo le imprime, basta vernos encerrades huyendo de un virus que corona nuestra obstinada necedad. 

Brujas, la potencia indómita de las mujeres, de Mona Chollet, Editorial Hekht, 2019.