El ministro de Economía, Roberto Dib Ashur, adelantó que el gobierno provincial estudia la posibilidad de emitir “Letras provinciales para conseguir fondos”.
El adelanto se expresó en la teleconferencia del lunes último, en la que el ministro anunció la ayuda para monotributistas y autónomos que llegaba desde la Nación y los créditos blandos para las empresas vinculadas a la producción y el turismo provenientes del Consejo Federal de Inversiones (CFI).
Dib Ashur argumentó la posibilidad de emitir letras en la caída de la recaudación que este mes tendrá una baja del “40 al 50%”. No es la primera teleconferencia en la que un funcionario del Ejecutivo provincial debe reconocer que no se les está pagando a los proveedores del Estado, ya había pasado con el ministro de Gobierno, Ricardo Villada, y con el de Producción y Desarrollo Sustentable, Martín de los Ríos.
Dib Ashur también recordó que la provincia tiene una deuda de $9.600 millones, de los que hasta aquí logró refinanciar 1.800, y está “en proceso de refinanciar parte de lo demás”, algo que no es seguro y dependerá mucho de los resultados de la renegociación de la deuda externa que el Estado Nacional lleva adelante con los acreedores externos.
Hace unos días, en entrevista con un medio de Buenos Aires, el gobernador Gustavo Sáenz no descartó la posibilidad de emitir “letras o títulos con los que se puedan pagar deudas viejas, sobre todo. En el caso mío, tengo mucha deuda de la gestión anterior", sostuvo el mandatario.
El diputado provincial por el frente Salta Somos Todos, Julio Moreno, en conversación con Salta/12 dijo que él ya tiene un proyecto “listo para presentar en la Cámara”, pero negó la posibilidad de emitir cuasimonedas comparables a las de Cancelación de Obligaciones de las Provincias (LeCOP) de 2001 o a los Bonos de Cancelación de Deudas emitidos en 1984 por el entonces gobernador Roberto Romero. “Sólo hacer mención a esos papeles genera rechazo y agita fantasmas en la sociedad”, explicó Moreno.
“Salta, como la mayoría de las provincias, tiene que tomar algún tipo de decisión para poder cubrir su déficit y reactivar la economía”, manifestó el legislador. En ese sentido indicó que de las distintas maneras que tiene la provincia para endeudarse las “Letras o títulos públicos pueden ser los mejores hoy”.
Moreno argumentó que “no se puede depender solamente de lo que coparticipe Nación” y sostuvo que en su proyecto se prevé emitir títulos por el monto total de la deuda que tiene la provincia con obras públicas y proveedores, para cubrir “ese monto más la disminución de la recaudación, que hoy estamos hablando de una caída del 40% en marzo y abril”.
Recordó que Córdoba ya lo está haciendo de esa manera. El gobernador de la provincia mediterránea, Juan Schiaretti, anunció principios de abril la emisión de un título de cancelación de obligaciones que la provincia usará para pagarles deudas a sus proveedores y contratistas y que podrá ser utilizado para el posterior pago de impuestos provinciales.
“Estamos esperando que el gobernador, porque es una decisión que tiene que tomar él, nos diga qué es lo que pretende, pero nosotros ya tenemos la propuesta armada”, sostuvo el diputado. “Tengo un proyecto para la emisión de bonos y otro para emitir letras”, agregó.
Las letras se utilizarían sólo para los acreedores provinciales, “tendrían algún tipo de interés y con un plazo de vencimiento, y servirían para pagar impuestos provinciales y eventualmente algunos servicios como luz y gas a través de convenios con las prestadoras”.
El legislador expresó que en algunos casos esos títulos podrían utilizarse para “endosarse para capital de trabajo, pagar sueldos o cuestiones a las que hoy no tienen acceso los empresarios por no tener dinero”, y aseveró que “sería un circuito de activación de la economía local”.
Para Moreno, el fondo de $120.000 millones previsto por el gobierno nacional para ayudar a las provincias no es suficiente por el porcentaje coparticipable que recibe Salta “del 3 o 4%”, por lo que está seguro que a través de la emisión de estas letras podría llegar “la ayuda financiera que necesita”.
En abril ingresaron casi mil millones de ese fondo nacional para hacer frente a la emergencia económica provocada por el aislamiento para evitar la propagación de coronavirus. Los fondos forman parte de una primera partida de $20.000 millones del Tesoro Nacional que la Nación distribuyó a todas las provincias. Está previsto el reparto de otros $40.000 millones para hacer frente a la crisis.
Impuesto a las grandes riquezas
Consecuente con el espacio que representa, Moreno defendió a los grupos y propietarios de las grandes riquezas del país y se manifestó en contra del proyecto de este impuesto extraordinario que permitiría recaudar unos 3.000 millones de dólares.
Para el legislador provincial, “no hay que ahuyentar a los inversores". En ese camino utilizó los mismos argumentos esgrimidos por esos sectores de poder, la desconfianza en el país y la falta de seguridad jurídica.
Reconoció que aunque son muy pocos y sería un impuesto extraordinario, “no se puede utilizar la alta sensibilidad que hay en este momento, porque si esos inversores dejan la Argentina, a la larga va a ser mucho peor el daño de recaudación”. “No matemos la gallina de los huevos de oro”, concluyó.
El proyecto nacional apunta al 1.1% del total de los contribuyentes del Impuesto a los Bienes Personales, y el 0.8% de la población económicamente activa. Alcanzaría a las casi 12.000 personas que poseen un patrimonio por encima de los 3 millones de dólares. La tasa estimada que se cobraría rondaría entre el 2 y el 3.5% de los bienes declarados.
El senador nacional por Salta, Juan Carlos Romero, ya adelantó que votará en contra de la iniciativa.