Durante una hora y media Alberto Fernández se reunió el martes con el equipo directivo de la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas (FAIE) como parte de una serie de encuentros que el Presidente viene manteniendo sistemáticamente con representantes de credos religiosos, iglesias y comunidades, a quienes considera actores importantes y aliados en la búsqueda de soluciones a la pandemia de la covid-19. Varias de las iglesias nucleadas en FAIE han ofrecido sus lugares para alojar a posibles enfermos por la pandemia, mantienen comedores en barrios populares y colaboran en la ayuda social. En el encuentro los visitantes también le expresaron al Presidente su respaldo a la iniciativa de quita de la deuda externa, "en función de la comprensión evangélica de lo que significa el perdón de las deudas", y acerca de medidas impositivas que hagan más progresivo el reparto de responsabilidades para asumir el costo de la crisis sanitaria.
De la reunión, celebrada en residencia de Olivos, participaron por la FAIE su Presidente, pastor Néstor Míguez, el pastor Leonardo Schindler (Iglesia Evangélica del Río de la Plata), la pastora Marcela Mercuri (Centro Cristiano Nueva Vida), Ana de Medio (Iglesia Discípulos de Cristo) y Osvaldo Corazza (Ejército de Salvación). El Presidente estuvo acompañado por el Secretario de Culto, Guillermo Oliveri.
Durante el extenso diálogo, que ambas partes calificaron de "cordial, distendido y con espíritu de colaboración", los visitantes plantearon la exigencia de trabajar una mirada a largo plazo sobre la realidad del país, así como sobre la importancia "de contar con un Poder Judicial más sensible y cercano a las necesidades cotidianas de la gente". La FAIE manifestó también preocupación por la realidad de los inmigrantes que no están recibiendo la ayuda necesaria y por ciertos excesos policiales que generaron violencia institucional en varias provincias. Se abordó además la problemática de los pueblos originarios muy expuestos en esta pandemia por motivos culturales y ambientales.
La delegación de las iglesias aprovechó la entrevista para reiterar su posición sobre la interrupción voluntaria del embarazo afirmando que es responsabilidad del Estado decidir sobre el tema sin "reproducir leyes de grupos religiosos, sino velar por la totalidad de la población de una forma equilibrada". Al respecto señalaron que "la prohibición no resuelve el problema, por lo que es necesario formas de regulación que no pasen por ahí".
En distintos momentos desde que se decidió el aislamiento social, el Presidente mantuvo intercambios también con referentes de ACIERA (Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas), cuyas autoridades le dirigieron una carta en la que señalan que "queremos que sepa que nuestros templos, lugares de culto, múltiples instalaciones, recursos y voluntariado está al servicio del país para todo aquello en que se lo necesite". La organización forma parte de #Seamosuno, una iniciativa que reúne a dirigentes sociales, empresarios y religiosos con la finalidad de generar un millón de cajas de alimentos para ser distribuidos en la Ciudad de Buenos y en los municipios del Gran Buenos Aires.
La mesa de #Seamosuno, que integran además el Banco de Alimentos, AMIA de la comunidad judía, el Consejo de Pastores evangélicos de CABA, el Centro de Investigación y Acción Social (CIAS) de la Compañía de Jesús y Cáritas de la Iglesia Católica, se reunió días atrás con Fernández para presentarle la iniciativa.
También el Centro Islámico se ha movilizado en el mismo sentido, aportando ayuda social, alimentos y recursos para solventar la crisis. Industriales de la comunidad islámica en Argentina pusieron a disposición sus infraestructuras para producir alimentos que fueron a auxiliar a comedores populares del conurbano bonaerense.
Cáritas, el mayor organismo solidario de la Iglesia Católica, continúa brindando los servicios de asistencia y cuidado de los más necesitados, a través de asistencia alimentaria, atención en hogares para personas en situación de calle y centros para personas con problemas de adicciones.
Tanto en Capital como en los municipios del conurbano, la Iglesia Católica ha ofrecido templos y casas religiosas de encuentro para alojar a enfermos no graves que necesiten permanecer en aislamiento. Entre esos locales se cuenta también la casa conocida como "La Montonera", en la localidad de Pilar, propiedad de la arquidiócesis de Buenos Aires, y el lugar donde habitualmente se celebran las asambleas de la Conferencia Episcopal Argentina.