El Senado de Uruguay comenzó a tratar el desafuero del legislador del oficialista Cabildo Abierto y excomandante en jefe del ejército, Guido Manini Ríos. Si bien la mayoría del arco político uruguayo se mostró a favor de debatir el desafuero, el expresidente y actual senador del Frente Amplio, José "Pepe" Mujica, se manifestó contrario a votar por la positiva, al entender que el objetivo de Manini Ríos es "seguir haciendo campaña de que lo persiguen". El pedido para el retiro de sus privilegios como senador requiere de 21 votos para ser aprobado. Al líder de Cabildo Abierto se le podría imputar el delito de omisión de denuncia de hechos delictivos vinculados al caso del exteniente coronel José Nino Gavazzo, quien confesó haber hecho desaparecer el cuerpo del tupamaro Roberto Gomensoro durante la dictadura militar (1973-1985). Para Manini Ríos, sin embargo, se trata de una "operación política" en su contra.
El lunes, los partidos representados en la Cámara Alta acordaron avanzar en el proceso de desafuero. Manini Ríos había pedido ese mismo día su tratamiento "a la mayor brevedad posible". "Si debido a las medidas de seguridad adoptadas para enfrentar la actual emergencia sanitaria la constitución de la referida comisión se demorara en el tiempo, solicito que el asunto se trate en el plenario de la Cámara”, exigió. Este miércoles el asunto ingresó formalmente a la comisión de Constitución.
Mientras el Senado acelera para votar el desafuero, el expresidente y actual senador frenteamplista José "Pepe" Mujica reiteró su posición contraria a quitarle el privilegio al líder de Cabildo Abierto. "No le quiero dar el cachón para que se tire al suelo y esté haciendo campaña de que lo persiguen", dijo entrevistado por el programa Desayuno Informales del canal Teledoce. Mujica insistió en su visión de que Manini "quiere que lo juzguen" y que, por lo tanto, votar el desafuero sería hacerle un favor. El exmandatario manifestó además que a Manini Ríos "lo votó un montón de gente" y que no puede "enmendarle la plana a esa decisión que tomó la gente".
La postura del expresidente es la excepción dentro de la bancada opositora, que no solo acordó votar el desafuero sino que lo viene exigiendo con énfasis en los últimos días. Desde el opositor Movimiento de Participación Popular dijeron a El Observador que la afirmación de Mujica responde "a una visión personal, y que tanto el sector como el resto del Frente Amplio aportará sus votos cuando se discuta el tema en el pleno del Senado". Mujica, de hecho, no participará de la discusión y la posterior votación porque se encuentra en cuarentena preventiva por ser población de riesgo frente a la pandemia de coronavirus.
En el otro extremo, legisladores de la coalición oficialista habían expresado en repetidas oportunidades que no estaban dispuestos a votar el desafuero. Sin embargo, parlamentarios de la alianza de derecha que llevó a Luis Lacalle Pou a la presidencia de Uruguay manifestaron al diario La República que ahora lo van a analizar y que estarían dispuestos a votarlo "si así lo quiere el líder cabildante", por Manini Ríos. Los legisladores de Cabildo Abierto, por su parte, también estarían dispuestos a dar su voto positivo.
El fiscal a cargo del caso, Rodrigo Morosoli, pretende imputar al excomandante en jefe del Ejército por no haber denunciado o avisado a las autoridades cuando el represor José Nino Gavazzo, a cargo de la coordinación uruguaya del Plan Cóndor, admitió ante el Tribunal de Honor en abril de 2018 que había tirado al río Negro el cuerpo del militante Roberto Gomensoro en 1973.
Activo defensor de represores
El 2 de febrero de 2015, Guido Manini Ríos asumió como nuevo comandante en jefe del Ejército, durante la presidencia de Mujica. Cuatro años después, fue destituido por el entonces mandatario uruguayo, Tabaré Vázquez, después de que el oficial se expresara en contra de la reforma de las pensiones militares y mostrara su incipiente intención de dedicarse a la política.
Manini Ríos también había criticado a la justicia por fallos de tribunales que juzgaron a varios militares por violaciones a los derechos humanos cometidas entre 1973 y 1985. El exnúmero uno del Ejército uruguayo llegó a decir que "un militar citado como indagado por la Justicia no tiene las garantías del debido proceso y es condenado en base a conjeturas o convicciones inadmisibles sin pruebas fehacientes, fraguadas o inventadas".
En aquel momento, el gobierno uruguayo consideró que la actitud de Manini Ríos era incompatible con su cargo. A partir de allí, el exmilitar empezó a construir su carrera política. Y en 2019, dio su primer paso al ser elegido senador junto a su esposa Irene Moreira, por el derechista Cabildo Abierto, parte de la coalición multicolor que le garantizó la presidencia a Lacalle Pou.