El sector de trabajadoras domésticas es uno de los más vulnerables del país. “Alrededor de 1,4 millón de personas se encuentran expuestas a los riesgos sanitarios y laborales de la pandemia en este segmento del mercado laboral”, aseguró la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en un nuevo informe donde plantea la necesidad de concentrar esfuerzos para proteger a este sector y avanzar en su formalización. “Están en la trinchera de la pandemia. Su rol es fundamental para preservar la salud de las familias y comunidades. Pero son, también, uno de los grupos más afectados por la crisis del coronavirus”, dijo la OIT.
La entidad detalló en el informe “el covid19 y el trabajo doméstico en Argentina”, publicado este miércoles, que debido a “las condiciones en las que se desempeñan las trabajadoras domésticas, en especial las que realizan tareas de atención y cuidado de personas en los hogares –declaradas como actividades esenciales– se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad, más expuestas al impacto económico y sanitario del covid-19”.
El sector explica el 5,6 por ciento del empleo total del país y engloba al 17,4 por ciento de las mujeres ocupadas. La tasa de informalidad en este segmento es de 3 de cada 4 trabajadoras. “Estas cifras muestran la relevancia de esta ocupación para el empleo femenino, así como la feminización del sector: prácticamente la totalidad de quienes desarrollan esta actividad son mujeres”, mencionó Elva López Mourelo, especialista en mercados de trabajo inclusivos de la OIT Argentina y autora del informe.
Se trata principalmente de mujeres jefas de hogares monoparentales, con presencia de niñas y niños y un amplio número de integrantes. Además, la mayoría tiene entre 35 y 54 años y, a pesar de que el 44 por ciento son jefas de hogar, sus salarios son en general más bajos que el promedio del país. “El trabajo doméstico es una salida laboral para muchas mujeres que se incorporan al mercado de trabajo en una edad avanzada, después de un largo periodo sin realizar actividades remuneradas”, explicó López Mourelo. Luego agregó que “todas las trabajadoras domésticas enfrentan el riesgo de perder su empleo ante las dificultades de sus empleadores para pagar sus salarios”.
El documento de la OIT indicó que más de 7 de cada 10 trabajadoras domésticas en Argentina realiza tareas generales como la limpieza, lavado, planchado, mantenimiento, cocina, entre otras. Estas trabajadoras -especialmente si trabajan por horas- pueden ver incumplido su derecho a permanecer en su domicilio, con goce de sueldo, durante el periodo de cuarentena obligatoria. A su vez, 1 de cada 4 realiza tareas de asistencia y cuidado de personas. En estos casos, es probable que se vean obligadas a realizar un mayor número de horas debido al cierre de escuelas y otros espacios de cuidado.
En el contexto de pandemia la situación de alta vulnerabilidad de este sector se potencia. “Esto se explica por diversas razones: además de la pérdida de empleo y las dificultades en el cobro de sus salarios (el número de trabajadoras que tiene cuenta bancaria todavía es muy bajo)”. También se suman la sobrecarga, jornadas más extensas y la mayor exposición a riesgos en el lugar de trabajo, donde pueden llegar a atender a personas enfermas, muchas veces sin las medidas de prevención adecuadas.