La nueva embajadora argentina ante la Santa Sede, María Fernanda Silva, llegó a Roma para tomar posesión de la sede diplomática e iniciar su misión como la primera mujer representante ante el Vaticano en la historia de la diplomacia argentina. La representante argentina fue autorizada a viajar por el canciller Felipe Solá en un vuelo de Alitalia que llegó a Ezeiza para repatriar italianos. El canciller aseguró que es "una gran alegría" que pueda viajar e indicó que Silva realizará "una excelente tarea".
Silva fue oficializada como embajadora el pasado 6 de marzo y de esta manera se convirtió en la primera afroamericana en representar a la Argentina como embajadora.
Para el papa Francisco, Silva no es una desconocida. El entonces Jorge Bergoglio acompañó a la licenciada en Ciencias Políticas con especialización en Relaciones Internacionales de la UCA, cuando ésta llevó adelante el procedimiento de anulación canónica de su matrimonio. El motivo fue que su entonces marido había ingresado a estudiar para ser sacerdote. De acuerdo al Derecho Canónico la anulación del matrimonio convierte a Silva en soltera y, por lo tanto, puede ser aceptada como embajadora en el Vaticano que no recibe diplomáticos separados o divorciados.
La embajadora Silva no tiene por ahora una fecha para presentar sus cartas credenciales al Papa, quien por la pademia suspendió sus actividades hasta el 3 de mayo.
Nacida en 1965, Silva ya estuvo destinada en la embajada de Via della Conciliazione 22 como "número dos" durante 2014-2015, y tiene una larga experiencia en las sedes en Venezuela, Chile y Ecuador. También se desempeñó en la Oficina del Arbitraje Internacional Argentina/Chile Laguna del Desierto, en la Dirección de América del Sur, representó al país ante la Comisión Económica para América Latina (Cepal) y se le asignó el puesto de consejera en el gabinete de Rafael Bielsa.