La crisis de la pandemia del coronavirus empujó la demanda de artículos e insumos sanitarios y desató una batalla comercial mundial alrededor de estos productos. En ese contexto, la Argentina tiene un diferencial a su favor porque cuenta con una industria nacional con capacidad de producción en casi todos los nichos de artículos sensibles. La Secretaría de Industria del Ministerio de Desarrollo Productivo trabaja junto a un grupo de empresas del sector privado para impulsar el aumento de la producción pero también para que la industria se prepare para un nuevo posicionamiento a nivel global una vez superada la etapa más aguda de la crisis. Esta agenda corre en paralelo a la gestión de la emergencia en la que están sumergidas prácticamente todas las empresas del país, aclaran en el gobierno.
El mes pasado, el gobierno declaró “insumos críticos” a un conjunto de 42 artículos sanitarios. Se determinó que las empresas productoras de estos bienes tienen que trabajar a tope de su capacidad y que las entidades sanitarias tienen prioridad de compra. Sobresalen artículos de alta tecnología, como respiradores, oxímetros, monitor multiparamétrico, bombas de infusión, camas de uso hospitalario, humidificadores activos, ecógrafos, tubos de oxígeno, oxígeno medicinal, aspirador portátil, resucitadores y tensiómetros. También hay otros productos con menor contenido tecnológico pero también de alta necesidad, como alcohol en gel, medio de cultivo, hisopos, jabón y lavandina.
El secretario de Industria, Ariel Schale, viene coordinando el trabajo entre las empresas y distintas áreas del Estado para fortalecer las capacidades locales. “En las crisis, se focalizan esfuerzos y se pueden lograr saltos de desarrollo. Por eso, esta es también una oportunidad para la industria de la sanidad. Argentina tiene más posibilidades de salir con éxito porque tiene una industria nacional de insumos claves”, explicó a este diario. El gobierno realizó un trabajo de rastrillaje de todo el aparato productivo. Algunos casos se cuentan a continuación. En paralelo, hay fuertes aumentos en la producción de elementos de limpieza y camas para los hospitales de campaña, por ejemplo.
Respiradores mecánicos
El respirador es el componente central en el tratamiento de un enfermo de covid-19. “Se trata de un equipamiento muy sofisticado, tiene que estar en constante interacción con el paciente y debe ser 100 por ciento confiable. En el país, tenemos dos empresas de respiradores mecánicos, ubicadas en Córdoba. Trabajamos de forma conjunta en el fortalecimiento de capacidades y permitimos la articulación con una empresa de la Conae ubicada en La Falda para facilitar el banco de pruebas y la ingeniería electrónica. La capacidad inicial de producción de 400 unidades por mes de cada empresa pudo ser elevada y ahora estamos en 1900 respiradores en el caso de la empresa Tecme y 1000 en el caso de Leistung”, explica Schale.
Barbijos tricapa
“Hemos detectado empresas con capacidades productivas para que empiecen a fabricar productos que no fabricaban. El caso más paradigmático es Barack SA, una autopartista que es proveedora de Toyota, una empresa de clase mundial que hace los asientos de la Hilux. Apoyamos a la empresa con financiamiento para traer un robot de barbijos que vino en el segundo vuelo de Aerolíneas Argentinas para la provisión de insumos críticos. Va a ser una de las principales plataformas para la producción de barbijos tricapa en el país, ya que la máquina produce entre 6 y 7 mil barbijos por hora”, indica el secretario de Industria.
Overoles de seguridad
El gobierno trabaja con una plataforma de seis productores para la confección de overoles cuya tela tiene hidrorepelencia, entre otras características, y debe asegurar el aislamiento total. También se dio impulso a varios confeccionistas, uno de ellos ubicado en La Rioja, con capacidad para la producción de 6 mil overoles por día.
Elementos textiles de protección personal
Un grupo de unas treinta empresas de confección de textiles están encaminadas en la producción masiva de kits de camisolín, tapabotas y cofia. El volumen de producción acordado es de unos 700 mil kits por mes. Cada taller trabaja con un reducido grupo de cinco empleados.
Reparación de respiradores y motores para respiradores ambulatorios
En el sector automotor, Toyota está produciendo un pequeño motor para utilizar en los respiradores que se utilizan en ambulancias, mientras que Volkswagen y Ford hacen lo propio con las máscaras faciales, mientras que se evalúa la posibilidad de que el sector repare respiradores.
Guantes de látex
Es uno de los rubros en donde hay una escasez de producción nacional. La materia prima es producida en Malasia y ese país acapara buena parte de la oferta. En el país, el gobierno trabaja con la empresa de preservativos Tulipán para mejorar la oferta local.
Medicamentos
Otro gran capítulo es medicamentos, en donde se está trabajando con los laboratorios para producción de drogas y de reactivos primarios. "Tenemos capacidades de producción en medicamentos que se están probando en Europa para utilizar en la pandemia", afirma Schale.