"Si compartimos cuarentena, compartimos tareas", es el lema que propone la Secretaría de Género y Derechos Humanos de la Municipalidad de Rosario en la campaña que lanzó ayer en las redes sociales, como continuidad de "Convivir con igualdad". El atleta olímpico Federico Molinari acomoda la ropa, el periodista Pablo Montenegro cocina, el concejal Lichu Zeno cuelga la ropa, el actor Juan Pablo Yéboli pugna por vestir a su hijo que quiere jugar con la play y el también actor Juan Biselli lava los platos. "No se trata de ayudar a las mujeres, hay que entender que las tareas del hogar son responsabilidad de todos", dice el concejal a la cámara, en un video que puede verse en @GeneroyDDHHRos, en Twitter e Instagram. "Como puntapié inicial, este jueves difundimos un video donde rosarinos referentes de distintos ámbitos nos cuentan cómo reparten estas responsabilidades hogareñas con sus parejas. Se muestran lavando platos, cocinando, cuidando sus hijos e hijas, ordenando la ropa, y lo que nos resulta más interesante es que invitan a otros varones a hacer lo mismo, a filmarse, a hacer viral el desafío y a generar conciencia sobre esta temática", explica la secretaria de Género de la Municipalidad, Mariana Caminotti.
La funcionaria municipal contextualiza la campaña en una cuarentena que provocó una crisis de cuidados. "Una de las consecuencias que trae el aislamiento social preventivo y obligatorio, y que experimentamos a diario es que aumentan notablemente las tareas dentro de los hogares. Hacer compras, preparar la comida, ordenar, limpiar, cuidar a los chicos y atender necesidades de las personas mayores son tareas que muchísimas veces recaen principal o exclusivamente en las mujeres pero que en realidad tienen que compartirse", expresó Caminotti y puntualizó que "estas tareas son las que normalmente se llaman el trabajo de cuidado no remunerado, que muchas veces no se visibiliza, pero que es esencial para el funcionamiento de la sociedad y por supuesto también para la organización de las familias".
La Municipalidad decidió ir por la positiva, en lugar de un spot sancionatorio, propone aprovechar lo que deja al desnudo el aislamiento para proponer otros paradigmas. "Partiendo de la premisa de aprovechar los cambios que estamos experimentando en este período para generar conciencia y para promover relaciones igualitarias al interior de los hogares, desde la Municipalidad de Rosario estamos lanzando la segunda parte de una campaña que llamamos Convivir con Igualdad", planteó Caminotti sobre "Si compartimos cuarentena, compartimos las tareas" y describió que "después de haber difundido algunas piezas informativas sobre esta temática, ahora estamos generando un desafío en redes sociales y estamos convocando a los varones a mostrar de qué manera están haciendo su parte en este trabajo de cuidados".
Antes de la pandemia, según la Encuesta de Usos del Tiempo que realizó el Instituto Nacional de Estadística y Censos, en 2013, las mujeres dedican 6,8 horas (casi 7) diarias a estos trabajos que nadie paga. Los varones, en cambio, menos de la mitad. Hasta ahora, las imágenes de varones realizando tareas tan cotidianas como lavar platos, tender la cama, o pasar un trapo al piso se sitúan siempre en el orden de lo excepcional, y también de la "ayuda" en tareas que se siguen considerando esencialmente femeninas. Nada menos cierto que eso, y el tema empieza a ponerse en agenda, al punto que el presidente Alberto Fernández le dedicó un fuerte párrafo a la necesidad de democratizar el cuidado en su discurso de asunción, en diciembre pasado.
Si hablamos de Rosario, según midió la Usina de Datos de la Universidad Nacional de Rosario en marzo pasado, los números se agudizan: ellas hacen el 76% de ese trabajo que no tiene retribución, mientras los varones se encargan del 24%. En el total de los 31 aglomerados que mide el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, esa relación es de 73 a 27.
El tiempo dedicado a estas tareas que nadie paga, pero son imprescindibles, redunda en menos ocio y más sobrecarga. Por eso, desde la Municipalidad están convocando a hacerse cargo de la distribución equitativa, apropiarse del lema propuesto y difundirlo en las redes y grupos de contacto.