Desde Brasilia
El exjuez Sergio Moro presentó su renuncia al cargo de ministro de Justicia de Brasil. La salida del mentor del Lava Jato y verdugo de Luiz Inácio Lula da Silva se produce como desenlace del conflicto que mantenía con Jair Bolsonaro y que escaló a su punto de máxima tensión con la confirmación de la decisión del presidente de separar al jefe de la Policía Federal, Mauricio Valeixo, hombre de confianza del exmagistrado. Moro dijo que Bolsonaro está preocupado con investigaciones que realiza el Supremo Tribunal Federal y acusó a Bolsonaro de injerencia política, de pedirle informes de inteligencia de la Policía Federal y de no haber cumplido su palabra de garantizarle carta blanca para luchar contra la corrupción.
La exoneración de Valeixo se confirmó esta madrugada con la publicación del decreto correspondiente en el diario Oficial de la Unión. Según trascendió la salida del comisario tomó por sorpresa a Moro, que ayer había mantenido conversaciones con ministros militares para evitar la expulsión del comisario.
Ante la decisión del mandatario brasileño, Moro convocó a una conferencia de prensa en el Palacio del Ministerio, a unos 300 metros del Planalto, donde tiene su despacho Bolsonaro.
El presidente de Brasil se había mostrado irreductible frente a Moro. Sin embarg, no se descartaba una negociación de último momento con el titular de la cartera de Justicia para escoger consensuadamente el nombre de un nuevo comandante policial.
Eso finalmente no ocurrió. La pregunta de si Moro renunciaría o no que se había instalado temprano comenzó a despejarse con el correr de las horas. Finalmente el propio exmagistrado confirmó su salida del gobierno de Bolsonaro.
Al despedir a Valeixo el excapitán del ejército y actual gobernante minó la autoridad del ministro que llegó al cargo en enero de 2019 como la "estrella" del gabinete gracias a la fama al Lava Jato, en cuyo marco condenó a Lula en un proceso carente de pruebas. El comisario Valeixo fue uno de los que supervisó el aparatoso operativo para detener a Lula en abril de 2018 por orden del entonces magistrado Moro.