Trabajadores de la salud de una decena de hospitales de la Ciudad de Buenos Aires denunciaron la “falta de insumos básicos” para la protección de quienes atienden a pacientes con síntomas de coronavirus, así como también la “mala calidad” de los elementos con que trabajan. Aseguraron que el aumento de contagios de covid-19 entre médicos y enfermeros está relacionado con esa problemática.
“A los camisolines termo-repelentes les traspasan el agua y se deshacen, los barbijos se rompen y los guantes de látex se abren. La mala calidad de los insumos se traduce en probabilidades de contagio”, advirtió Rodolfo Arrechea, trabajador del Hospital Bernardino Rivadavia y coordinador nacional de Salud de ATE.
El reclamo de médicos, enfermeros y personal no profesional se hizo oír esta mañana durante una conferencia de prensa realizada en las puertas del Rivadavia, uno de los centros sanitarios “más afectados” por la problemática. Asistieron también trabajadores del Fernández, Pirovano, Durand, Santa Lucía y de la Maternidad Sardá, entre algunos.
Exigieron al gobierno porteño “la entrega inmediata de elementos de protección personal en cantidad necesaria y calidad requerida para preservar la salud” de quienes cuidan a pacientes en todas las áreas de los hospitales.
“Hacemos este reclamo con toda la energía pero con responsabilidad y sin querer confrontar con nadie porque no estamos en campaña. Le pedimos a los funcionarios que no se enojen, porque tenemos la responsabilidad de atender pero también la de exigir un equipamiento de mejor calidad para el personal”, puntualizó el delegado en diálogo con Página/12.
Según contó, el problema con los insumos afecta a “todas las áreas” de los hospitales porque todo el personal tiene que vestir con guantes y barbijos de distintas calidades, según la atención que requieran.
“Esto ocurre hasta en las Unidades Febriles”, que son los nuevos sectores creados para evitar que las Guardias se infecten de covid-19 y donde el personal requiere el mejor equipamiento de protección.
“Hay mucho miedo en el personal. No deja de haber un altísimo compromiso en esta batalla contra un enemigo invisible, pero todo esto genera estrés. Y el estrés provoca errores, y un error cuesta un contagio”, explicó Arrechea.
Para que los recursos de seguridad duren varios días, los empleados restringen la entrega de la provisión semanal que llega. No es lo ideal, pero es la manera de no quedarse sin materiales.
Según los datos oficiales, alrededor del 14 por ciento de las personas con covid-19 es personal de sanidad de todo el país y ya hay 135 con diagnóstico de coronavirus. En la Ciudad de Buenos Aires afecta al 9 por ciento. “Esos contagios tienen que ver con el problema de los insumos y con el pluriempleo”, añadió el delegado.
Esta realidad afecta la atención en los hospitales, debido a que cuando el test a un profesional da positivo, todo el área en que se desempeña y el personal que lo acompaña queda en stand-by preventivo y se produce una disminución en médicos, enfermeros y personal no profesional disponible para la atención al público por al menos dos semanas.
“Se toman todas las medidas de seguridad que indica el protocolo para cuando alguien es diagnosticado con el virus. Por eso decimos que, más que un aplauso a las 21, que están muy bien y lo recibimos con satisfacción, pedimos la protección de los trabajadores de la salud así como también testeos a todos”, agregó.
Durante la conferencia de prensa, los sanitarios exigieron la incorporación de más personal y afirmaron que le enviaron pedidos de reunión al secretario de Salud porteño, Fernán Quirós, pero este “nunca respondió”.
En este sentido, el titular de la CTA Autónoma-Capital, Pablo Spataro, sentenció: "Hay que avisarle a Rodríguez Larreta que en vez de montar un dispositivo policial en la puerta del Hospital Rivadavia (durante la conferencia de prensa), gestione los insumos que están pidiendo los compañeros. No sólo está en riesgo la salud de ellos, sino de toda la población”.
El martes próximo a las 11 en todos los hospitales porteños se realizará un aplauso de 5 minutos para poner en primer plano esta situación. En el Rivadavia habrá una olla popular para los pacientes que se acerquen, muchos de los cuales provienen de la Villa 31 de Retiro.