El expresidente brasileño Lula Da Silva advirtió que la pandemia del nuevo coronavirus trajo aparejada también la vuelta de “la pesadilla del hambre” en los países de América Latina. Para el líder del Partido de los Trabajadores, es necesario “mejorar la calidad de vida” de los pueblos latinoamericanos como contracara a “los gobernantes insensibles que tratan a los seres humanos como si fuesen números”, lista en la que incluyó al presidente Jair Bolsonaro. Sobre él, opinó además que estuvo más pendiente de escuchar los consejos de Estados Unidos más que de combatir la pandemia del coronavirus y pidió que se abra un proceso de impeachment en su contra para que se juzgue su accionar.
“No es posible que después de soñar tanto, entre 2000 y 2014, regresamos a la pesadilla del hambre en América Latina, tener mucho desempleo, a gente durmiendo en la calle. Es muy triste”, lamentó Lula, en una reflexión que extendió hacia toda la región pero que esbozó a la hora de imaginar un posible juicio político contra el ex capitán del Ejército que hoy está en el Palacio de Planalto. El exmandatario recordó que hay peticiones en el Congreso y opinó que Rodrigo Maia, el presidente de la Cámara “debería aceptarlas porque Bolsonaro ya cometió muchos delitos graves”.
“Este Congreso Nacional que tuvo la osadía de destituir a una presidente (su sucesora Dilma Rousseff en 2016) por una mentira, no debería tener miedo de colocar el impeachment de Bolsonaro encima de la mesa. Y en la discusión que él se defienda”, pidió el expresidente durante una entrevista realizada por videoconferencia con la agencia EFE .
El jefe de Estado de Brasil entre 2003 y 2010 acusó a Jair Bolsonaro de escuchar "las tonterías" de Donald Trump sobre el coronavirus y de no llevar adelante las acciones necesarias para evitar la propagación de la covid-19 en el país, uno de los más afectados por la enfermedad. Ayer, Brasil superó un nuevo récord al sumar 407 muertos en apenas 24 horas.
“Lo que pasa es que el presidente de la República (Bolsonaro) carece de una orientación. No tiene una política correcta para luchar contra el coronavirus porque no creía en él; prefería creer en las tonterías que Trump decía”, resaltó el exmandatario al referirse a los dichos de Bolsonaro, quien desde un principio afirmó que el coronavirus era una “gripecita” agrandada por los medios de comunicación. “Llegó a decir que era una tontería, una cosa de terrorismo, construido por China. Pero Trump rápidamente aprendió la lección: no se bromea con lo que no se conoce”, remarcó.
En esa línea, pidió también que deje de lado su actitud intransigente y que tome finalmente medidas de distanciamiento social obligatorio como en la mayoría de los países. Por el contrario, el presidente arengó a los brasileños para que no dejaran sus puestos de trabajo y luego amenazó con levantar las restricciones impuestas en municipios y estados. Además, se manifestó abiertamente en contra con las opiniones de su ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, a quien luego destituyó y reemplazó.
“El Estado brasileño debería además garantizar que las personas que necesitan estar aisladas y las que no tienen dinero reciban de parte del Estado una contrapartida. El mundo entero lo está haciendo”, opinó por su parte Lula.
Al analizar además los cambios que generará la pandemia, vaticinó que resultará en un nuevo orden mundial con China como primera potencia económica por delante de EEUU. “Creo que China saldrá de esta crisis como la economía más importante del planeta, por delante de Estados Unidos, porque China está gobernada con más seriedad. El otro día escuché a la prensa decir que el presidente estadounidense contaba 11 mentiras diarias. Un país no puede ir bien así”, puntualizó.