La palabra ¨pandemia” no sólo genera desconcierto y temor sino también una infinidad de interrogantes ¿cómo se enfrenta una epidemia global? ¿qué se puede hacer para derrotar a ese monstruo que en cuestión de días devora miles y miles de vidas en cientos de países? ¿qué recursos tenemos para combatirla? o mejor, ¿cuáles debemos crear? Las respuestas vendrán -o deberían venir- no sólo de los gobiernos y sus políticas públicas que se implementen para tal fin , sino de cada uno de los ciudadanos, siguiendo las recomendaciones profilácticas, siendo responsables, solidarios y creativos para enfrentar este inesperado desafío.
Entre los tantos “daños colaterales” de un evento de esta magnitud, está la educación…. o la falta de ella. ¿Qué podemos hacer frente al hecho preocupante de que nuestros niños y jóvenes no asistan a la escuela?
Entre las estrategias que propone actualmente el gobierno nacional, sobresale una oportuna medida: la implementación de la “Educación A Distancia”. Esta modalidad de aprender, de larga data en otros países pero de relativa trayectoria en nuestro país, es una herramienta que permite no sólo asegurar la continuidad del aprendizaje sino incursionar en nuevas estrategias pedagógicas. En este sentido es destacable que para el diseño de este plan, el gobierno se ha comprometido a crear programas virtuales, especialmente dirigidos a cada uno de los niveles educativos. Creo que además de ser un “recurso didáctico” o “asistencia pedagógica”, la iniciativa se presenta como un auténtico desafío: el reto de aprender sin asistir al aula.
Aunque aparezca como innovador, la primer experiencia en el mundo bajo esta modalidad es del año 1969, en Inglaterra, con el surgimiento de la Universidad Abierta (Open University) de Londres, la cual se considera hoy un centro reconocido por su excelencia académica.
La Open University fue fundada durante el gobierno Laborista del Primer Ministro Harold Wilson, quien con la entonces Ministra de las Artes Mrs. Jennie Lee, militante del Partido Laborista, hija de un minero escocés socialista y defensora de los derechos de los trabajadores, impulsaron un proyecto educativo que parecía imposible para la sociedad tradicional inglesa. El objetivo propuesto era crear una universidad abierta y democrática que posibilitara que los trabajadores, los que vivían en lugares alejados, los discapacitados y sobre todo las mujeres, pudieran acceder a los estudios universitarios, sin clases presenciales ni horarios preestablecidos. Para el proyecto, que incluiría las Nuevas Tecnologías de la Comunicación convocaron a expertos en Medios (radio y televisión), así como profesores, lingüistas y pedagogos para elaborar los contenidos de los diversos programas educativos radiales y televisivos, luego emitidos por la BBC.
La Universidad Abierta fue un éxito, y a partir de esta experiencia muchos países replicaron este modelo con adaptaciones, y la mayoría de los países europeos y posteriormente latinoamericanos, crearon universidades A Distancia. La lista es importante, entre los que se destaca la UNED (Universidad Nacional de Educación A Distancia) de España, de gran trayectoria en nuestra ciudad, donde estableció una Sede, la UNED de Costa Rica y las universidades mexicanas (UPN Universidad Pedagógica Nacional), la primera en tener un sistema A Distancia y el programa de la UNAM, de gran trayectoria en América Latina.
En agosto de 1990 se formó en nuestro país la Red Universitaria de Educación a Distancia de Argentina (RUEDA) y su primer convocatoria tuvo lugar en la ciudad de Buenos Aires, con la participación de representantes de diversas Universidades Nacionales, entre las que se encontraba nuestra Universidad Nacional de Rosario.
Lo cierto es que en todos estos años, la mayoría de las universidades del mundo han incorporado las Nuevas Tecnologías y no es nada nuevo hablar de Educación A Distancia. En Argentina existen numerosas experiencias, algunas notables y otras que pasaron al anonimato por diversos motivos, pero lo cierto es que nuestro país sigue privilegiando el sistema presencial, aunque exista la modalidad en algunas carreras, cursos o programas específicos.
Es de esperar que las plataformas digitales propuestas sean un éxito, como fue el programa Conectar Igualdad (que el gobierno anterior se encargó prolijamente de desarmar), el cual permitió no sólo la capacitación de los maestros involucrados, sino el acceso a Internet de otros sectores sociales hasta el momento marginados de las nuevas tecnologías.
¿Qué hábitos desarrolla el estudio A Distancia? En las experiencias realizadas se ha observado que, en general desarrolla una mayor responsabilidad en el alumno y una mayor autocrítica. Otro dato que no es menor es que desarrolla el hábito de disciplinar el horario de estudio, respetar el cronograma de entrega de actividades y la apertura en la búsqueda de información. Obviamente que estos hábitos se desarrollan con el tiempo, y no es la experiencia del aquí y ahora.
¿Qué se pierde? Un aspecto no menos importante, es que disminuye la socialización que se realiza en las instituciones y la movilización que despiertan los temas sociales y políticos. (Tal vez por eso se entienda por qué se usó en muchos países para capacitación laboral y entrenamiento). Esta carencia se siente, aunque existan los ”café”, los” lugares de encuentro” en las plataformas y los encuentros presenciales en instituciones, los cuales en este momento no serían factibles de realizar.
¿Qué hace el docente en la Educación A Distancia? Se transforma en un Tutor, en una guía y un seleccionador de los contenidos en cuanto a lecturas y actividades. Su rol sigue siendo fundamental, insustituible en el proceso de aprender, pero debe modificar estrategias y actitudes. No se trata de reiterar en un video la clase tradicional con el profesor sentado en el escritorio, frente a sus alumnos, sino que debe incentivar y promover el autoaprendizaje y la reflexión, mediante preguntas y actividades motivadoras.
En fin…. ¡Todo un desafío para maestros y alumnos!!
María Celia Cortiñas.
Egresada de la Universidad Nacional de Rosario, ex docente UPN de México. Sistema Educación A Distancia, ex docente de la UNR y asesora en Educación A Distancia de la Facultad de Bromatología ( Universidad Nacional de Entre Ríos)