Pese a que muchos la consideren una película en favor de la guerra y del imperialismo norteamericano, Francotirador, la obra del inoxidable Clint Eastwood es todo lo contrario: este film de 2014 muestra las profundas consecuencias físicas y psicológicas que acarrean los soldados una vez que vuelven a casa, después de cumplir con ese deseo inicial que los llevó a alistarse, el de "servir a su país".
Para eso, Eastwood toma una particular historia real, la de Chris Kyle, un marine tejano que batió el récord de muertes como francotirador del ejército norteamericano y se ganó el reconocimiento de héroe nacional por salvar a sus compañeros en el campo de batalla. La película comenzará con algunas de sus misiones en Irak, en donde se le puso precio a su cabeza y se convirtió en el principal objetivo de los insurgentes dada su habilidad con el rifle. Allí deberá tomar una serie de decisiones límites que lo marcarán a fuego y lo perseguirán también cuando regresa a su hogar, con su esposa y sus dos pequeños hijos.
El director arma un arco narrativo que divide en dos partes. Primero la etapa bélica, en la que se muestran distintos peligros que debe enfrentar el protagonista y también situaciones que deberá resolver desde su posición de francotirador, en la que, actuando como una especie de Dios, tiene que decidir en cuestión de segundos quién vive y quién muere. La segunda parte se centra en reflejar las terribles secuelas que deja esa experiencia en Kyle (interpretado por Bradley Cooper) y en otros soldados cuando regresan a casa y deben cargar con el peso de todas sus acciones en medio de un mundo cotidiano que no los entiende.
Francotirador, de Clint Eastwood. Disponible en Qubit.tv